La Provincia

Tensiones y ruidos

Movida ruralista en La Plata contra el aumento del Inmobiliario Rural. Ahora consiguieron que se estudien modificaciones.
Movida ruralista en La Plata contra el aumento del Inmobiliario Rural. Ahora consiguieron que se estudien modificaciones.

LA PLATA, Septiembre 27.-(Por Marisa Alvarez) De la mano de la reforma impositiva impulsada por la administración de Daniel Scioli y sancionada el miércoles por el Senado, el clima se volvió a recalentar en la Provincia. Es que además de los públicos y sonoros rechazos de algunos de los sectores alcanzados por los aumentos tributarios que incluye la reforma, la medida generó -con menos repercusión en la superficie pero con igual intensidad- "ruidos", chisporroteos y malestares políticos. Concretamente, entre el Ejecutivo provincial e intendentes y legisladores del propio oficialismo; además del brusco enfriamiento de la relación con la oposición que dejó como saldo el trámite legislativo del paquete fiscal.

 

La reforma establece, como se sabe, aumentos en los Inmobiliarios Urbano y Rural y en las Patentes; crea un impuesto a las sucesiones y cualquier transferencia gratuita de bienes; aplica Sellos a la compra de autos usados; y grava, por primera vez, con Ingresos Brutos la carga y descarga de mercaderías en los puertos, donde la mayor parte de las exportaciones corresponde al sector agropecuario.

 

El trámite legislativo mostró al oficialismo cumpliendo a rajatabla con una premisa que Scioli impuso por primera vez desde que gobierna la Provincia: que el paso del proyecto por la Legislatura no demandara más de una semana entre su ingreso y su sanción. De ese modo, la reforma ni siquiera pasó por las comisiones de trabajo y fue aprobada en ambas Cámaras sin ser estudiada en esos ámbitos y, por lo tanto, sin que la oposición pudiera plantear seria y formalmente eventuales cambios.

 

Esa hipervelocidad fue celebrada como un éxito en algunos despachos de la Gobernación. Pero los costos de la desprolijidad manifiesta de todo el proceso empezaron a verse aún antes de que se acallara el festejo.

 

DISCONFORMES

 

En la semana que duró el trámite legislativo, se pararon varios puertos en rechazo al impuesto al movimiento de mercaderías y el campo organizó una ruidosa delegación que vino a La Plata a pedirles a los senadores que no sancionaran la reforma que los diputados oficialistas ya habían aprobado en una sesión relámpago a solas, sin debate. Varios intendentes del oficialismo, además, empezaron a llamar a los legisladores de su región, disconformes con el aumento del Inmobiliario Rural que se disponía para sus distritos.

 

El resultado fue que los senadores oficialistas debieron apelar a la mayoría que ostenta su bloque para aprobar el paquete impositivo sin estudio en las comisiones, sin debate, rechazando sin explicaciones los pedidos de los ruralistas, de los operadores portuarios y de sus propios intendentes; y, sobre todo, levantando la mano para sancionarlo mientras en la Gobernación comenzaban a ceder a los reclamos más fuertes y a prometer "correcciones" a los sectores más enojados.

 

El lobby de los puertos logró que en el Ejecutivo le prometieran "medidas correctivas" cuando los diputados todavía no habían recuperado el aliento tras el sofocón que les provocó conseguir quórum para la reforma fiscal, y cuando los senadores aún no se habían sentado en sus bancas para sancionarla. Los ruralistas debieron poner a Scioli, después de la sanción del ajuste, al borde de ser el "responsable" de otro paro del campo, pero al final también consiguieron una promesa de reconsideración de los aumentos del Inmobiliario Rural.

 

El Gobernador pareció, así, ser finalmente fiel a un estilo que prioriza atender los reclamos y darle espacio al diálogo. Pero, precisamente por su apego a ese estilo, llamó la atención que esta vez lo hiciera sobre los hechos consumados, casi como cediendo a la magnitud que iban adquiriendo los rechazos a los aumentos impositivos.

 

"OBEDIENCIA PARTIDARIA"

 

Lo cierto es que, aunque puertas adentro, ha ido creciendo en estos días una manifiesta disconformidad de los legisladores oficialistas con las órdenes del Ejecutivo con relación a esta reforma. Senadores del interior, en particular, no ocultan su malestar por no haber podido responder -por "obediencia partidaria"- a los pedidos de sus intendentes, que expresan, a su vez, los reclamos de sus comunidades. Y no pocos diputados peronistas se preguntan por

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