Adiós a la enfermera

Reconocimiento a Alicia Otto

PERGAMINO, Agosto 31 (PergaminoCiudad.com.ar) En la mañana del lunes, falleció la enfermera Alicia Otto quien cumplía funciones en el Centro de Atención Primaria “Italo Viglierchio”.

 

e tan sólo 52 años de edad, contaba con más de veinte años de trayectoria en el sector municipal y una vocación de servicio inigualable.

 

Sus compañeros de trabajo redactaron resaltando la calidad de persona y los valores que esta servidora pública dejó:

 

 

Homenaje a una gran persona… Alicia Otto.

 

“El adiós a una gran amiga y compañera de trabajo, a una profesional de la salud, una ENFERMERA con mayúscula, que llevaba en cada una de sus células la solidaridad, el deseo ferviente de ayudar a los más necesitados, de servir a una comunidad que la vio crecer y madurar.

 

A esta salita de primeros auxilios, como se llamaba en aquel entonces, Alicia la vio crecer desde los cimientos, y hoy lleva el nombre de Centro de Atención Primaria  Dr. Italo Viglierchio.

 

A medida que sus paredes iban creciendo, ella nunca imaginó que sería La  ENFERMERA  de esta  institución que abrió sus puertas por los años 86/87. Desde entonces pasaron muchos profesionales, pero ella permaneció en la sala hasta la actualidad, siempre atenta a las necesidades de los vecinos del barrio, fue el alma Mater de este CAP, la que unía al equipo de salud con el objeto de llevar a cabo todas las actividades de atención primaria.

 

Era la primera en llegar y la última en irse, nunca faltaba. Se mezclaba entre las personas para conocer las novedades del barrio, siempre preocupada por la atención de los ancianos, los niños que no eran llevados a los controles o no cumplían con el esquema de vacunación y por la madre que no concurría al control de embarazo.

 

Nos comunicaba las novedades antes de comenzar con el trabajo diario, de manera de organizarnos para tomar decisiones en conjunto y ver qué estrategia utilizar con el fin de no herir susceptibilidades y cumplir con nuestro objetivo, concurrir a los domicilios y ver si podíamos resolver la problemática o bien recurrir a las autoridades correspondientes para defender los derechos de “su gente” como ella los llamaba.

 

Siempre alerta para que su población fuera atendida correctamente, insistía para que las embarazadas y los niños concurrieran a los controles de salud y tuvieran el esquema de vacunación completo, a pesar de que muchos no comprendían su preocupación y a veces se enojaban. Recordamos las frases que ella tantas veces repetía: “A mi gente del Jardín 921, Escuela Nº 8 y Monseñor Scalabrini, los tengo a todos vacunados y controlados”. ¡Ah! siempre dispuesta en todas las Campañas de Vacunación, trabajando en los móviles con el equipo de salud.

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