Intendentes y legisladores prevén una estrategia en su contra detrás de las candidaturas de Mariotto y de otros dirigentes “puros”
LA PLATA, Junio 26.-(Por MARISA ALVAREZ) El peronismo bonaerense, que basa su poderío político y electoral en casi un centenar de intendentes -la mayoría de ellos, con más de un mandato encima-, atravesó ayer una de sus jornadas de mayor tensión de los últimos años, sumergido en una profunda preocupación de doble origen: el cierre de las listas de candidatos, donde muchos veían evaporarse sus pretensiones de ubicar representantes propios en la Legislatura, y lo que podría llamarse el "efecto Mariotto" como signo de un futuro complejo e incierto.
El viernes, los intendentes y referentes del PJ se habían ido a dormir con la novedad de que un soldado de la Presidenta, un símbolo del ultrakirchnerismo que no trepida en liderar las batallas más resonantes de la Casa Rosada en defensa de lo que el sector denomina el "proyecto nacional", Gabriel Mariotto, será el candidato a vicegobernador y se instalará, por lo tanto -desde la previsión de la victoria, desde ya-, en la presidencia del Senado bonaerense, un cargo estratégico desde el que se puede ejercer gravitación sobre todo el universo oficialista.
QUE SIGNIFICA MARIOTTO
La elección de Mariotto -el único candidato, entre todos los que estuvieron en danza en los últimos meses, que Daniel Scioli no quería como compañero de fórmula- constituyó un mensaje tan obvio como duro para el peronismo bonaerense: no será de ese sector el futuro vicegobernador. La brecha entre ese funcionario nacional, de excelente relación con todos los sectores "no pejotistas" del kirchnerismo, y el hombre que eligió Néstor Kirchner cuatro años atrás para el mismo cargo -Alberto Balestrini, dirigente histórico del peronismo más peronista, el de la Matanza, ex intendente de ese distrito, presidente del PJ-, lo dice todo.
UN AMANECER AGITADO
Y el sábado los intendentes se levantaron con la noticia de que sobre la madrugada el armador de la Rosada, Carlos Zannini, había pulverizado las ocho listas de candidatos a la Legislatura que trabajosamente habían diseñado los referentes regionales en los días previos. Esas nóminas fueron devueltas con precisas indicaciones de los lugares y los nombres que ocupará el kirchnerismo puro, en particular La Cámpora, que conseguiría unos 15 representantes.
Esas pulseadas y tensiones de última hora por las candidaturas bien podrían no diferir demasiado de las que se producen en todos los cierres de listas y en todas las fuerzas políticas. Pero la elección de Mariotto para la vicegobernación y la avanzada K sobre todas las listas legislativas terminó de convencer a los dirigentes del peronismo de que finalmente la Rosada comenzó a instalar el andamiaje para ir por ellos, en cumplimiento de una estrategia que apuntaría al trasvasamiento del poder acumulado durante décadas por el PJ de la Provincia, en particular del Conurbano, hacia el kirchnerismo puro.
En ese contexto, el objetivo de Scioli de comenzar a distender el clima con una foto que lo mostró sonriente junto a su compañero de fórmula surtió escaso efecto. Un malestar, que crecía al mismo ritmo que la preocupación, se extendía entre los intendentes y demás referentes provinciales, primero con la Casa Rosada como blanco, y más tarde hacia el propio Gobernador, a quien le recriminaban no haber "defendido el bastión" de la avanzada ultrakirchnerista.(Fuente: EL DIA)