Sendas leyes de
Estas normas, gemelas, fueron sancionadas a fines de 2009 y el sistema debutará este año. Fueron impulsadas por Néstor Kirchner tras su derrota de aquel año, apoyadas por
BIPARTIDISMO Y COMPLEJIDADES
En realidad se trata de normas que crean un sistema que impone a las fuerzas políticas duras condiciones para poder participar de las elecciones y que apuntó a recrear el bipartidismo clásico (peronismo y radicalismo) y a dificultar el acceso a las urnas a fuerzas históricamente minoritarias o "novedosas" como los espacios electorales que suelen generarse en torno de figuras que irrumpen de pronto en el escenario político.
El peronismo-kirchnerismo -y también los radicales, claro- venían de una dura derrota a manos del empresario Francisco De Narváez en
El oficialismo también impuso en esas normas una prohibición expresa de las listas colectoras, que les permitían a los partidos y sus aliados utilizar una elección general para dirimir pujas internas y medir fuerzas entre sus distintos sectores llevando varios candidatos a un mismo cargo. El oficialismo había hecho uso y abuso de ese mecanismo y había terminado concluyendo en que lo perjudicaba. Pero sonaba coherente su inclusión en el nuevo sistema, si era que éste apuntaba ciertamente a constituirse en un proceso en el que "de verdad" se dirimieran las diferencias y los poderíos internos.
Se trata, también, de un sistema que establece tantas regulaciones y decisiones para la etapa de las internas que casi las convierte en una elección general. Y estipula un esquema operativo y de plazos sumamente complejo tanto para los pasos previos como para la jornada comicial en sí y el empalme con las elecciones generales que, combinado en esta ocasión con el calendario electoral que fijó el oficialismo -internas el 14 de agosto y generales el 23 de octubre- terminan por colocar, como lo ha advertido
VACIAMIENTOS
Por lo demás, el nuevo sistema comenzó a ser vaciado hace rato. Los radicales fueron los primeros en crear una interna propia y anticipada para definir su candidato presidencial. Los siguieron los peronistas disidentes, que inventaron una insólita compulsa para definir las cosas entre dos de sus cuatro precandidatos presidenciales. Que ambos procesos sectoriales se hayan caído a pedazos antes de empezar o de terminar no elimina la decisión de sus protagonistas de esquivar el nuevo mecanismo.
El vaciamiento final del sistema llegó en las últimas horas, de la mano del oficialismo. Con el poder en sus manos de reglamentar ambas normas,