La Provincia

Son los recursos...

El gobernador Scioli en la reunión de esta semana con De Narváez y Solá
El gobernador Scioli en la reunión de esta semana con De Narváez y Solá

LA PLATA, Agosto 02.- (Por Marisa Alvarez) Hace exactamente un año Néstor Kirchner sorprendía afirmando que el Estado bonaerense debía recuperar los "seis puntos perdidos" en el reparto nacional de recursos. Eran los días en que había resuelto ser candidato por esta provincia aunque no lo confirmaría hasta meses después. Lo dijo como suele decir las cosas importantes, como al pasar.

 

Pero lo repetiría varias veces y volvería a sorprender asegurando que la Presidenta estaba "de acuerdo" con la reivindicación de lo que "le corresponde" a los bonaerenses. El asunto ya no figuró, sin embargo, en la campaña del oficialismo que terminó en la derrota del 28-J.

 

Las vueltas con el tema desde el poder central parecieron terminarse esta semana, cuando la Casa Rosada frenó en seco un pedido del gobernador Scioli por mayores recursos para la Provincia. Sin embargo, fue también esta semana la más auspiciosa en décadas para avanzar hacia ese logro, cuando los referentes y los nuevos representantes de la oposición bonaerense en el Congreso se comprometieron con el Ejecutivo provincial a convertir la coparticipación de fondos en objetivo común y primera prioridad.

 

HISTORIA DE UNA INEQUIDAD

 

Su participación en la distribución de los recursos que el Estado federal recauda en todo el país es "la" problemática de fondo de la Provincia. En su administración se suceden gestiones que gastan y ahorran mejor y otras que lo hacen peor, o pésimo. Pero todas afrontan un déficit agudo que cubren endeudando cada vez más al Estado bonaerense. Es matemáticamente comprobable: la manta de recursos con que cuenta esta provincia es corta. No alcanza para cubrir con eficiencia las necesidades de educación, seguridad y salud del 40% de la población del país, y asistir y brindar infraestructura esencial al 40% de los pobres y los desocupados de la Argentina, que también viven en el territorio bonaerense.

 

Pero Buenos Aires no sólo no recibe de la gran caja federal una proporción similar a su concentración de necesidades. Completando un cuadro de flagrante inequidad, la Provincia es también la mayor aportante al Tesoro nacional -también en torno del 40% del total del país-, a través de su nivel de generación de riqueza y de los impuestos que pagan sus habitantes, a pesar de lo cual recibe sólo alrededor del 20% de la torta que se reparte (los ingresos por IVA, Ganancias y Bienes Personales).

 

Y lo de "la torta que se reparte" es un factor clave. Buenos Aires produce el 70% del total de las exportaciones agropecuarias del país. Y de las polémicas retenciones que cobra sobre esas ventas, el Estado nacional sólo distribuye, entre todas las provincias, el 30% de lo que recauda por un sólo producto (la soja) y con "destino fijo" para obras públicas, de modo que esos fondos tampoco van a reducir los déficits estructurales de las finanzas provinciales. Mientras tanto, la administración bonaerense debió archivar este año su intención inicial de aumentar el impuesto Inmobiliario Rural -objetivamente bajo-, para no agravar la situación del campo ya agobiado fiscalmente por, justamente, las retenciones.

 

REBOTE E ILUSION

 

A la ronda de reuniones de la Presidenta con los gobernadores, Scioli fue con un informe que describía las razones por las cuales es impostergable que Buenos Aires reciba mayores fondos de manera permanente. Y llevaba también una propuesta referida a recuperar, al menos, el porcentaje que alguna vez -en la primera mitad de los 90- la Provincia tuvo en el reparto de un sólo impuesto, Ganancias.

 

Pero la Casa Rosada esperaba a Scioli con su propio informe: cuánto "invierte" en la Provincia; una cuenta en la que la administración Kirchner suma varios ítems -desde obras públicas hasta los subsidios que otorga a sectores privados, como el transporte- que nada tienen que ver con el financiamiento del Estado bonaerense para brindar sus servicios esenciales. Fue, clarísimamente, una forma de rechazar el planteo del Gobernador.

 

En rigor, lo que le ocurrió al bonaerense fue parte de la nueva táctica que el gobierno nacional aplica sin distinciones desde la derrota electoral. Bajo el alentador e ilusorio formato del diálogo, la Casa Rosada recibió -y frenó quejas y reclamos- con informes que detallan "todo lo que le dio y da" a varios gobernadores propios y ajenos, a

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