En la concurrencia a
Scioli fue abiertamente desmentido por el jefe de Gabinete nacional, Aníbal Fernández, cuando aquél sugirió que en la reunión se trató lo rural como prioritario. El gobernador, por cuestión de modales, o por obligada concesión política no fue contundente en sus refutaciones. Igualmente la frustración reinó entre los ruralistas y sobre quienes esperaban la cristalización de un anunciado despegue. No se puede depender de un trascendido acerca de una reunión si no hay luego un fuerte contexto de decisiones y declaraciones que apuntalen una conducta. En otras épocas un mandatario provincial sugería en forma directa o indirecta un discurso diferenciador y, también tomaba decisiones políticas en el plano interno y externo. Por caso, enviaba o proponía alguna iniciativa al Congreso para marcar terreno. En este último caso, Scioli no tiene tropa propia, pero tiene un terreno inmejorable para explotar siempre y cuando su despegue se concrete en lo factual.
El campo seguirá siendo una cuestión clave durante el resto de la gestión. Cuentan varias versiones de un reciente par de encuentros del gobernador con un antecesor, Eduardo Duhalde, que fueron gestionados por el ministro de Gobierno, Eduardo Camaño. En ambas oportunidades el ex presidente provisional le remarcó lo inviable de avanzar en la gestión sin reconocer que, antes que nada, la esencia agropecuaria de la actividad económica bonaerense. Scioli reflexiona sobre el diagnóstico, mientras también piensa en algo más que fotos y buena imagen sobre la política.
A Scioli ya le avisaron en
En casa
En su calidad de anfitrión Scioli despertó algunos gestos de reconocimiento como de suspicacias por parte de los representantes opositores.
Algunos legisladores y dirigentes que visitaron el salón Francés remarcaron la voluntad de diálogo y de escuchar inquietudes, algo que por otra parte debería esperarse de quien está en una actitud de apertura.
Pero los elogios no abundan mucho más de ello. Luego empiezan a desfilar las sorpresas y las suspicacias por aquello que consideran un doble discurso. Scioli, según señalan, hace gestos sutiles de despegue especulando una amplificación por parte de los medios, pero su alineamiento con Nación se mantiene pétreo sea por necesidad o por convicción.
Algunos ejemplos ilustran cierta actitud timorata y dubitativa de Scioli a través de su relato. Los dirigentes del Acuerdo Cívico reclamaron que Scioli pida a Nación una reducción impositiva en el costo del tarifazo de los servicios públicos, pero la respuesta fue una suerte de resignación y, por consiguiente, ningún tipo de compromiso para gestionar un reclamo al respecto.
En tanto, los comentarios aún se amplifican sobre cierta desorientación que representantes de Nuevo Encuentro atribuyeron al ministro de Salud, Claudio Zin, respecto de estadísticas. Una diputada electa nacional, Graciela Iturraspe le hizo saber de un importante e inusitado crecimiento de la mortalidad infantil en un uno y medio por ciento en los últimos dos años. Ese fue uno de los puntos más tensos de la ronda de diálogos y, según los voceros consultados, Zin quedó en deuda en cuanto a explicaciones futuras.