Erupción del Puyehue

La lluvia de ceniza volcánica

Trabajo compendiado por el Licenciado Daniel Sedán (*), especial para PergaminoCiudad.
Trabajo compendiado por el Licenciado Daniel Sedán (*), especial para PergaminoCiudad.

América Latina y el Caribe (“Cordón de Fuego”) es una región de alto riesgo volcánico, en los últimos 10 años, casi la mitad de las erupciones más fuertes en el mundo tuvieron lugar en esta región del planeta.

En la Cordillera de los Andes existen innumerables volcanes activos, la mayoría localizados en territorio chileno, y cercanos a la frontera con Argentina. También hay volcanes activos en la República Argentina pero existen pocas poblaciones habitando en sus alrededores. Los vientos predominantes hacia el este transportan las cenizas volcánicas hacia nuestro territorio. Estas partículas generan grandes problemas en la salud de las poblaciones afectadas y en sus economías.

La erupción del complejo volcánico Puyehue – cordón Caulle en Riñinahue (Chile) la gran cantidad de cenizas volcánicas generó problemas respiratorios y oftalmológicos en los pobladores de la cordillera principalmente en las localidades de Villa La Angostura, Bariloche, Ing. Jacobacci y otras llegando a la provincia de Buenos Aires hasta el Gran La Plata y dirigiéndose hacia el noreste Capital Federal, Montevideo y Río de Janeiro, entre otras. También afectó fuertemente a las comunicaciones, con visibilidad reducida en varias rutas nacionales y suspensión de vuelos en los aeropuertos de Bariloche, Neuquén, Mendoza, Comodoro Rivadavia, Trelew, Bahía Blanca, Mar del Plata e incluso en el aeropuerto internacional de Ezeiza y el aeroparque Jorge Newbery de la Capital Federal.

La realidad nos muestra que cada volcán presenta sus propios riesgos específicos, y cada riesgo puede tener un significado diferente. Hay distintas maneras en que los gobiernos pueden evitar estos riesgos o prepararse para enfrentarlos. Las lluvias de cenizas pueden hacer que el aire se llene con una neblina similar al humo, durante una erupción volcánica, existe la posibilidad de ser cubierto por una capa de diferentes espesores (según la región afectada) de cenizas volcánicas, las que pueden tener un efecto en aquellas personas que presentan afecciones de las vías respiratorias, pero en la actualidad no hay pruebas que indiquen índices de mortalidad excesiva como resultado de problemas cardiopulmonares causados por la inhalación de cenizas. Cada tipo de erupción tiene productos volcánicos asociados, estos pueden ser: lavas; flujos piroclásticos; caída de cenizas; gases; lahares y  deslizamientos de cenizas y/o terrenos.

Cuando se expulsa magma del conducto volcánico, de acuerdo a la viscosidad de la misma, los gases que contiene se expanden, lanzando roca pulverizada, lava y fragmentos de vidrio desde la chimenea. Estas partículas se denominan Piroclastos, y los que tienen un tamaño semejante a arenas se las denomina cenizas volcánicas. El tamaño de estos fragmentos expulsados oscila entre un polvo muy fino (inferior a 0,063 milímetros de diámetro) y cenizas volcánicas de tamaño arena (inferior a 2 milímetros de diámetro).

Los piroclastos del tamaño de una nuez se denominan lapillo (“piedras pequeñas”). La caída de cenizas volcánicas genera una situación de crisis para las comunidades afectadas, debido a que modifican las relaciones cotidianas y el entorno al cual están habituados. La crisis provocada por este tipo de eventos incrementa la demanda y necesidad de información.

El propósito de la comunicación social es contribuir a la disminución del impacto, promoviendo la participación social, fomentando los conocimientos sobre prevención y mitigación, e informando sobre el estado de situación, las recomendaciones de medidas a tomar y las sugerencias de las acciones a realizar.

A pesar que las erupciones volcánicas son de corta duración, la ceniza puede mantenerse en el aire por años, siendo finalmente removidas por la actividad antrópica o por los vientos, en tal sentido la ceniza volcánica puede causar problemas a las personas expuestas a ella por un largo período de tiempo. Por otra parte, si bien, la ceniza volcánica representa un riesgo muy bajo en comparación con otros tipos de materiales volcánicos, puede tener efectos mayores en personas con afecciones respiratorias o tras una exposición prolongada.

La ceniza volcánica contiene diferentes proporciones de vidrio, el cual en comparación con otras sustancias tiene una dureza entre 5 y 7 (de la escala de Mohs), propiedad por la cual se utiliza ceniza volcánica como abrasivo en la industria. Las cenizas volcánicas contienen el 60 al 75% de sílice (SiO2) como vidrio y fases cristalinas (cristobalita), álcalis (óxidos de potasio y calcio), azufre, manganeso, cobre, zinc y plomo, entre otros. Los efectos de las cenizas sobre la salud pueden ser divididos en varias categorías: (a) efectos respiratorios, (b) síntomas oculares y (c) irritación cutánea,

Potenciales síntomas respiratorios producidos por inhalación de cenizas volcánicas dependerán de una serie de factores como: la concentración de partículas en aire, la proporción de partículas finas, la frecuencia y duración de la exposición, la presencia de cristales de sílice y de gases volcánicos o aerosoles mezclados con las cenizas, y las condiciones meteorológicas.

Los síntomas comunes durante y después de la exposición a cenizas volcánicas incluyen: Irritación nasal y descarga (flujo nasal); Irritación de garganta y ardor, algunas veces acompañado con tos seca. Las personas con malestares en el pecho preexistentes pueden desarrollar síntomas de bronquitis severa que persevera durante varios días después de la expos

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