La opaca puesta en escena que hizo la presidenta Cristina Kirchner y su séquito de aplaudidores oficiales, al presentar un poco creíble plan de empleo, denota que estamos frente a un Gobierno en clara retirada. La cara impávida de los intendentes que concurrieron a
El kirchnerismo carece del apoyo de sectores del poder político y económico que le den sustento, a lo que suma el rechazo del voto popular expresado con contundencia en las últimas elecciones. Cada vez más, el matrimonio presidencial se va encerrando en un peligroso aislamiento.
Lo preocupante es que gran parte de la oposición tampoco parece estar a la altura de las circunstancias y carece de ideas, y de planes estratégicos, para encarar con claridad la era poskirchnerista y posicionarse como una real opción de gobierno. Salvo algunas excepciones como Pino Solanas, Elisa Carrió y Carlos Reutemann, casi todos entraron de lleno en la trampa que les tendió el oficialismo cuando los llamó al diálogo. La convocatoria fue un intento desesperado por patear la pelota para adelante, y estirar al máximo la supervivencia de un Gobierno que está en franca debacle. Pero recién ahora, cuando transcurrieron casi dos meses de las elecciones, aquellos que felizmente fueron a
En definitiva, terminaron siendo funcionales a un Gobierno que cerró cualquier posibilidad de cambio. La excusa que esgrimieron de que la sociedad reclama diálogo quedó sin sustento. Lo que la sociedad reclama son soluciones (políticas, que den respuesta a los problemas inmediatos como la falta de empleo, la creciente pobreza y la inseguridad), y no charlas de amigos acompañadas con visitas guiadas por
La fragmentación y la falta de liderazgos fuertes en la oposición no peronista, hace que muy probablemente quien salga a ocupar el lugar de vacío institucional que genera la salida del kirchnerismo sea ocupada nuevamente por un referente peronista. En ese sentido, las figuras de Carlos Reutemann y Daniel Scioli, más allá de las dudas que despiertan y de su extremada cautela a la hora de tomar decisiones políticas, aparecen en un primer plano, aunque aún deben recorrer un extenso camino. Por lo pronto, a la reconocida aspiración presidencial de Reutemann, en estos días se sumó el operativo clamor que emprendieron algunos legisladores y dirigentes bonaerenses para que Scioli vaya por la reelección en
En tanto, Julio Cobos va a ir perdiendo terreno en la medida que se siga aferrando a un cargo en un Gobierno del que dice ser opositor. Pese a la fama fugaz que adquirió con su voto no positivo, su situación actual es de una incompatibilidad manifiesta, que cada vez se le hará más difícil de sobrellevar. Y que Carrió, con sus ácidas críticas, se encargará de enrostrar permanentemente. El distanciamiento entre Lilita y Cleto parece no tener retorno, por lo que el radicalismo orgánico deberá decidir ahora en qué bando se posicionará.
Detrás de estas disputas políticas, hay una realidad económica que se torna cada vez más preocupante. Varios municipios de
En varios países de Europa, al aparecer los primeros indicadores económicos positivos en meses, ya se están preparando para encarar la post recesión. En
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