La provincia

Planes A y B cruzados

Scioli en una recorrida por el Conurbano, antes de partir en viaje oficial a Brasil
Scioli en una recorrida por el Conurbano, antes de partir en viaje oficial a Brasil

 

LA PLATA, Abril 04.-(Por Marisa Alvarez) El triunfo del hombre que Daniel Scioli había elegido para dar la pelea en la elección del intendente de Pinamar contagió por algunas horas de euforia política la cumbre del poder institucional de la Provincia. Y ese seguirá siendo el signo en los próximos días, cuando el Gobernador se convierta en anfitrión de una nueva reunión de la conducción nacional del PJ con Néstor Kirchner a la cabeza. Inquietudes de peso, sin embargo, siguen rondando el Palacio.

 

Mas allá del cortocircuito que esos comicios implicaron en la relación entre Scioli y el jefe formal del PJ bonaerense, el vicegobernador Alberto Balestrini, la victoria de Blas Altieri como nuevo jefe comunal de Pinamar levantó la autoestima en la mesa chica del mandatario provincial, golpeada desde la derrota del 28-J -aunque ambas competencias electorales no sean comparables- y perseguida por cierto complejo que alimentan los caudillos peronistas bonaerenses y que dice que Scioli puede ganar elecciones por su buena imagen en la ciudadanía pero no tiene "arte" para definir estrategias y armados político-electorales.

 

Lo cierto es que ni bien se definió que en Pinamar debía llamarse a elecciones para elegir a quien completara el mandato del destituido Roberto Porretti, por afinidades, intuición, asesoramiento de especialistas que decían que la ley le denegaba a Porretti la posibilidad de reemplazarse a sí mismo, y encuestas que mostraban a Altieri como el mejor posicionado, Scioli se jugó públicamente por quien gobernó ese distrito durante 16 años consecutivos. Balestrini, en cambio, se obstinó con Porretti, desde el hecho de que había ganado los comicios del 28-J (aunque allí, por una banca de concejal, no había tenido que competir con Altieri) y seguía midiendo bien en los sondeos. Y cuando finalmente la Justicia dio señales de que la candidatura del intendente destituido no "pasaría", ya era tarde para implementar la estrategia secreta que implicaba un renunciamiento generoso de Porretti y una alianza del PJ con el vecinalismo de Altieri.

 

TEMA SUPERADO

 

Este chisporroteo entre Scioli y Balestrini fue, en rigor, reparado hace rato. Un acuerdo con eje en el apoyo del Gobernador para que su vice sea candidato a reemplazarlo en el Palacio mayor de la Provincia en el Plan A del sciolismo, o acompañarlo nuevamente en una fórmula provincial según el Plan B, entre otras conciliaciones de intereses, les permitió dar por superado el entrevero.

 

Pero, claro, el resultado de los comicios resaltó inevitablemente en todos los análisis el triunfo del candidato de Scioli, frente al pobre 11% que cosechó la candidata del peronismo. Y escondió la alta perfomance de la postulante del Acuerdo Cívico, que supo volver a actuar unido para esta instancia electoral, aunque durante la campaña la postulante sólo contó con el apoyo efectivo de dirigentes del radicalismo. El 38% de los votos obtenidos por ese espacio frente al caudillo histórico del distrito y a un peronismo que ganó las elecciones del 2007 y el 2009, retemplaron el ánimo y las expectativas en ese segmento opositor.

 

PROYECTO NESTOR

 

Como contracara del entusiasmo sciolista por la experiencia de Pinamar, sin embargo, en la última semana se profundizaron las señales de que el Plan A del Gobernador es, en verdad, el Plan B de Néstor Kirchner.

 

El ex Presidente sigue trabajando sin descanso, en efecto, en la definición de estrategias políticas y de medidas del gobierno de Cristina que fortalezcan sus chances para una candidatura presidencial en el 2011. Y comenzó a blanquearlas con referentes del peronismo.

 

Con todo, es notorio también que desde Olivos y la Casa Rosada se profundiza un doble juego en torno de Scioli, destacando cada vez más su pertenencia al círculo áulico del kirchnerismo y privilegiando su rol en ese espacio.

 

La inclusión del bonaerense en la comitiva que dentro de una semana acompañará a la Presidenta a Washington y en el encuentro con Obama va en ese sentido.

 

Y la decisión de Kirchner de realizar el próximo plenario del PJ nacional -el miércoles que viene- nada menos que en la residencia oficial del g

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