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Noche de los lápices

La Secretaría de Juventud del Partido Justicialista, que coordina el Lic. Diego Brigati recuerda a los mártires de la Noche de los Lápices, con este documento:

Han pasado 34 años de la fatídica Noche de los Lápices, símbolo de la era de miedo y destrucción que vendría a intentar dejar sin voz, sin fuerza y sin sueños a los jóvenes de entonces y a las generaciones por venir.

En 1976 los jóvenes de la UES (Unión de Estudiantes Secundarios), estaban ansiosos de cambios sociales y políticos, todos hacían trabajos voluntarios de apoyo escolar, sanitario y jurídico en barrios pobres y habían participado de las movilizaciones por el Boleto Estudiantil Secundario (BES) y organizados defendían sus derechos a una educación digna que les permitiera formarse para ser artífices de su propio destino, eran jóvenes que democráticamente reclamaban el BES, jóvenes que pensaban y sentían y querían poder participar de las decisiones que moldearían su sociedad.

 Fueron perseguidos y desaparecidos, en muchos casos, por no callarse, por protestar, por tomar escuelas y universidades para hacerse escuchar, en definitiva por hacerle frente al pensamiento conservador y liberal que venía a destruir sus conquistas, que quería que todos fuéramos mansas ovejitas yendo al matadero sin un atisbo de queja mientras se destruía el país en pos de una Argentina para pocos.

Y el peor daño fue hecho en las conciencias de las generaciones que les siguieron, se instaló el “no te metas” y se fueron desarmando las redes solidarias, la cultura de ayudar al otro, de acompañarlo en los reclamos, en las buenas y en las malas.

Nos llevó más de tres décadas volver a comprender que la unión de los más débiles puede superar la fuerza de los poderosos. Que los muchos unidos pueden lograr mejores salarios, mejores condiciones en las escuelas y mejor educación, mejores leyes y sobre todo impedir que unos pocos destruyan al país, como casi sucede en 2001 y 2002, luego de una década de gobierno neoliberal, cuando la Alianza vino a terminar el trabajo, decidiendo entre unos pocos confiscar los ahorros de todos los argentinos, reducir el 13 % jubilaciones y sueldos, precarizar las condiciones laborales, querían privatizar la educación universitaria, etc; entonces estábamos desunidos y así no fue.

Pero a partir del 2003 resurgió el espíritu de unión, nos empezamos a agrupar para reclamar por nuestros derechos y nuestras necesidades y fuimos acompañados por una firme decisión del entonces presidente Néstor Kirchner de no reprimir la protesta social, de entender que la sociedad se construye entre todos con nuestros aciertos y errores, sin soluciones mágicas, aceptando que la mejor solución es la que surge democráticamente cuando se hace la voluntad de las mayorías.

Hoy vemos en todo el país jóvenes organizándose proponiendo su punto de vista para resolver situaciones, luchando por sus derechos, reclamando condiciones dignas en las escuelas para educarse. Es decir entendiendo que el destino de su generación depende de que todos trabajen juntos.

Hoy los jóvenes no se enfrentan la represión de la fuerza bruta (que es la razón de las bestias), hoy se enfrentan a funcionarios que los quieren callar y que piden listas de estudiantes para denunciarlos a la policías solamente porque se expresan reclamando arreglos en las escuelas, estos procederes nos recuerdan las horas más oscuras de nuestra historia.

Oponen sus voluntades a los nuevos empresarios de la política que quieren una sociedad sin discrepancias, sin disturbios donde unos pocos decidan qué es lo mejor para todos y el resto no se quejen, pero eso no va a suceder más en nuestra querida Argentina.

Hoy vivimos en una sociedad democrática, con libertad de expresión, donde la prioridad es la educación, donde todos podemos organizarnos para reclamar por nuestros derechos o para proponer nuestro punto de vista sin ser censurados, donde la solidaridad vuelve a ser un valor cotidiano y  donde los jóvenes se enfrentan al flagelo de la droga, el embarazo adolescente y la violencia doméstica pero han recuperado su conciencia de clase y se unen reconociéndose como iguales para pensar como quieren vivir y defender estas ideas.

Por sus luchas los jóvenes recordamos a los mártires de la “Noche de los Lápices” y sobre todo recordamos sus ideales y por ellos seguimos luchando, por lograr entre todos que la Patria sea Justa, Libre y Soberana.

Lic. Diego Brigati – Secretario de Juventud Partido Justicialista

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