Las boletas para votar, eje de las preocupaciones en el último tramo de organización de las internas.
LA PLATA, Agosto 07.-(Por MARISA ALVAREZ) Como previeron quienes se tomaron el trabajo -no, por cierto, la enorme mayoría de los políticos de todos los signos- de leer las leyes de creación del sistema de elecciones internas abiertas, simultáneas y obligatorias en la Nación y la Provincia, allá por fines del 2009, y los decretos reglamentarios (dictados hace tres meses), a una semana del estreno de estos comicios todo es un enorme desorden, a dos bandas: la organización en sí misma del acto electoral y la información que ha podido incorporar la ciudadanía sobre para qué la convocan a votar en esta instancia y cómo funciona el mecanismo.
A nivel provincial, a cinco días de iniciarse la veda electoral, todavía se están produciendo resoluciones que hacen a la instrumentación del comicio, como la habilitación otorgada a intendentes vecinalistas que van por la reelección a pegar su lista a las de Cristina y Scioli; y como la orden de dar más espacios de publicidad en TV al candidato de la Udeso, De Narváez; dos medidas dispuestas por la Cámara Nacional Electoral hace unas horas. Y todavía están pendientes de resolución algunos planteos interpuestos ante la Justicia, entre ellos un pedido de suspensión de las primarias por el "capítulo boletas".
DEMORA ESCANDALOSA
En medio de tantos detalles organizativos atrasados o, peor aún, indefinidos, el de las boletas está adquiriendo ribetes de escándalo. Según las nuevas normas electorales, el Estado debe pagar el costo de la confección de las listas de candidatos, pero hasta la noche del viernes último -cuando quedaban apenas cuatro días hábiles antes de la veda- el gobierno nacional no había depositado los fondos en las cuentas de la mayoría de las fuerzas opositoras para que éstas -que encargaron el trabajo a las imprentas- pudieran retirar las boletas.
La ley establece que el Estado financiará a cada fuerza electoral una cantidad de boletas equivalente a "un padrón", es decir, 10,6 millones de papeletas en la Provincia repartidas luego según el número de votantes de cada municipio. Y la realidad política bonaerense indica que los partidos necesitan en la práctica el equivalente a por lo menos tres o cuatro padrones, porque no sólo quieren tener boletas suficientes para garantizar su presencia y reposición en los cuartos oscuros, sino también para hacer en las jornadas previas a los comicios una extendida tarea de reparto de las papeletas "casa por casa" en los municipios.
Desde ya, no parece razonable que el Estado -los ciudadanos- pague el costo de decenas de millones de boletas para utilizarlas casi como propaganda -en el reparto puerta a puerta-, pero para varias fuerzas opositoras el hecho de poder disponer de las 10,6 millones de boletas que está obligado a financiar el erario público, resulta esencial para todo el operativo, que incluye llegar a tiempo con el embolsado de casi 2 millones de papeletas para que el Correo las distribuya en las 32 mil urnas de la Provincia antes de los comicios. Por eso, que el gobierno nacional no haya aún depositado los fondos aparece, además de un claro incumplimiento de la ley, como una burda, grosera, intención de complicarle a la oposición la organización de la elección.
Del affaire de las boletas en el oficialismo, se ignora si el Gobierno le giró o no los fondos, pero se sabe que la máxima conducción del FpV centralizó la confección de todas las papeletas de la Provincia -en Ciccone y en la imprenta de un diario porteño-, le "regaló" a cada distrito una cantidad equivalente a un padrón, además del financiado por el Estado, y tenía la casi totalidad de las papeletas listas a comienzos de la semana que pasó. Pero no por eso todos los candidatos distritales se encontraron con sus boletas en tiempo y forma. Unos cuantos peregrinaron varios días entre ambas imprentas hasta lograr que les entregaran sus listas. Y para más de uno se convirtió en una pesadilla encontrarse con el diskette necesario para hacer más boletas (en el lugar que les indicaron algunos dirigentes y pagando en efectivo y por adelantado a razón de $0,23 la boleta, mientras que el Estado paga $0,16 a los partidos).
ENCUESTAS Y CLIMAS
Mientras tanto, las encuestas en la Provincia siguen indicando caudales de votos para Cristina Kirchner y para Daniel Scioli que superan el 40%, sin consolidación de contrincantes en los segundos lugares. En la Casa Rosada, sin embargo, y a la sombra de las últimas experiencias electorales, desconfían de esos números. Aunque lo nieguen en público adhieren a los a