Ley de matrimonio igualitario

El primer casamiento gay de Pergamino

PERGAMINO, Octubre 18.-(Semanario “El Tiempo” reproducción de PergaminoCiudad) El jueves a la mañana Miguel Romero y Juan Manuel Iris, de Manuel Ocampo, se casarán en el Registro Civil y se convertirán en la primer pareja del mismo sexo que se unan ante la ley en nuestra ciudad.

 

El próximo jueves a las once de la mañana Miguel Romero y Juan Manuel Iris formalizarán su relación de pareja –que lleva más de una década- en el Registro Civil. Se trata del primer casamiento entre personas del mismo sexo en nuestra ciudad, a partir de la Ley de Matrimonio Igualitario.

Ellos, hace once años que viven bajo el mismo techo en Manuel Ocampo y en esta extensa convivencia los roles entre ambos ya funcionan como un m

 

“Nosotros tenemos la posibi­lidad de hacer realidad nuestro sueño de casarnos después de tantos años juntos”, explica el conocido gurú de parapsico­logía conocido como profesor Jhoan. Ambos están convencidos del amor que los une y tie­nen en claro que el matrimonio le dará una herramienta legal adicional consistente básicamente en que “cuando uno de los dos falta, las cosas quedan para la otra persona”.

 

El profesor Jhoan se encarga de contar cómo se conocieron: “Él vino en el año 1999 a buscar una casa para alquilar y empe­zamos por tres meses para saber si la convivencia funcionaba adecuadamente y como no hemos tenido ningún inconveniente seguimos conviviendo normalmente hasta ahora” y agrega un vaticinio muy opti­mista para el futuro “y juntos seguiremos por siempre”.

 

Romero agrega que empeza­ron una consolidada relación casi sin quererlo “probando si la pareja iba a andar y las cosas se fueron dando positivamente.

 

Hemos pasado momento difíciles y como toda relación la hemos sabido llevar adelante. Y todas las adversidades hemos salido adelante juntos y eso significó que lo nuestro andaba y nos pudiéramos casar”.

 

Sobre la Ley que permite el casamiento entre personas del mismo sexo en todo el país Iris opinó que “somos iguales que los demás, no tenemos que estar discriminados por las demás personas. Hace mucho que es­tamos en convivencia y ahora lo formalizamos legalmente”. Miguel además refiere que siempre la intención de ellos fue casarse, pero no se podía, las condiciones no se daban por cuestiones legales y ahora se nos dio esta posibilidad que tanto esperábamos”.

 

Ambos coinciden en que a partir de la boda “se afianzará más la unión de la pareja, pero en lo demás sigue todo igual donde seguiremos trabajando como siempre lo bueno, lo malo. Sirve para afianzar más la relación aunque nos amemos de la misma forma ya que en el amor no nos cambia nada”.

 

División de tareas

 

En la vivienda de Manuel Ocampo donde residirá desde el jueves el primer matrimonio los roles de los esposos estarán bien definidos y seguirán como hasta el momento desde hace más de once años, sólo que un anillo dorado en sus manos izquierdas identificará la pertenencia sentimental de uno con otro.

 

Se ayudan mutuamente en los quehaceres laborales y domésticos pese a esta división bien definida de las tareas. Iris seguirá con su trabajo de profesor de pa­rapsicología y mago en vudú atendiendo a pacientes que llegan desde distintos puntos a resolver distintas quejas espirituales que sufren por los vaivenes de la vida cotidiana. En tanto Romero continuará con sus labores en el campo como empleado rural que lo obliga a estar fuera de casa durante la época de siembra o cosecha y en los momentos que está en la pequeña finca se encarga de la crianza de los cerdos que poseen. Esta labor en muchos casos la comparten porque ambos se ocupan de la asistencia de los animales.

 

 

El amor no tiene edad

 

La diferencia de edad entre Juan (54) y Miguel (36) no ha sido un impedimento para la relación entre ambos porque los 18 años de diferencia entre el profesor y su “marido” hace una relación de complementación perfecta entre experiencia y ju

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