La anécdota es mencionada con frecuencia por estos días en el conmocionado mundo del peronismo oficialista bonaerense. Por supuesto, en las listas que presentó Balestrini a Kirchner ya estaban anotados, sin discusiones, algunos candidatos que el Presidente había "pedido"; y las postulaciones que habían definido los referentes seccionales, lejos de conformar a todos, habían dejado atrás un tendal de dirigentes enojados que, con razón o sin ella, se sentían injustamente excluidos de las nóminas. Como interlocutor de todo el PJ bonaerense ante Olivos, Balestrini fue siempre duramente cuestionado.
Pero el recuerdo de la historia en estos tiempos apunta a rescatar su condición básica: la mera -y capital- existencia de un representante válido del peronismo de
BORRADORES Y DUDAS CRUELES
En ese clima de orfandad instalado sobre la inevitable realidad preelectoral de siempre -demasiados aspirantes para pocos cargos-, y ya casi contrarreloj (el plazo para inscribir candidaturas vence en seis semanas) la "mesa chica" del gobernador Scioli (los ministros Alberto Pérez, Cacho Alvarez y Eduardo Camaño y el subsecretario Isidoro Laso) inició en las últimas horas el intento de reeditar el rol de Balestrini: propiciar el armado de acuerdos seccionales para la definición de listas -tanto legislativas como municipales, con las candidaturas a intendente como asunto central- que luego puedan ser presentadas ante Zannini como decisiones consensuadas del peronismo provincial.
Con todo, la eventual concreción de esos "borradores" de las listas no despeja la preocupación mayor que recorre al peronismo bonaerense: los lugares que pedirá finalmente en esas nóminas
EL FACTOR MOYANO
Por lo demás, los operadores del sciolismo iniciaron los contactos de "armado territorial" luego de que se conociera que Sergio Massa avanzaba en firme hacia la posibilidad de presentarse en la primaria del PJ para competir por la candidatura a gobernador que, sin proclamación, ya tiene un aspirante seguro, Daniel Scioli.
La conjunción de una serie de factores, sin embargo, determinó que el intendente de Tigre apareciera casi como "el" candidato "de" un sector del sindicalismo moyanista, justo en las horas en que
Moyano y sus gremios afines, en tanto, se preparan para una doble apuesta. Mientras el taxista Viviani y otros gremialistas de estrecha vinculación con el líder de