A modo de apertura la conductora, expresó: ”La convivencia con un adicto es muy difícil, está llena de temores, dudas, ira, frustración, impotencia y desesperación. sin embargo es el momento en que los padres deben dar firmeza que rime con amor y buscar ayuda para aceptar verdad”.
Fue presentado Juan, un joven de 18 años, quien asistió al programa para contar su historia de vida. Comenzó su relato diciendo que muchas veces, la principal causa de las adicciones, es la falta de cariño (en el caso de los adolescentes, por parte de los padres) que terminan llevando a las personas que la sufren a refugiarse en las drogas.
Juan contó que a los 11 años conoció ese mundo, estimulado por algunos ‘amigos’. Empezó con alcohol, se endeudó y siguió cada vez peor, mezclando el alcohol con medicamentos.
La panelista Gisela Asinnato, le preguntó al entrevistado cuáles eran sus objetivos a corto, medio y largo plazo, mientras estaba sumergido en las adicciones, a lo que este respondió: “Las drogas matan las neuronas y a mi no me permitían concentrarme en el colegio, hasta el punto en que pensaba que era mucho mas fácil dejarlo y seguir con ellas. Ahí es cuando empezás a robar y para conseguir la plata, ya que es imposible que obtengas un trabajo decente”.
“Mucha gente trató de aconsejarme, una de esas fue Amelia, la columnista, que siempre me habló para que me diera cuenta de lo mal que hacia. Hoy veo todo desde afuera y siento mucha compasión por los chicos que pasan por lo que yo pasé. Por eso trato de no pensar más en mi pasado y seguir para adelante. Cambie mucho en este tiempo, desde lo familiar, personal, hasta en lo físico”, reconoció.
En cuanto a la clase de drogas que usó, Juan dijo que estaba agradecido de que a su barrio todavía no haya llegado el paco, y contó que consumió muchas cosas, entre ellas marihuana y cocaína. Admitió que las primeras veces que las probó fueron gratis, una astuta maniobra de los comerciantes ilegales, y una practica que entre los jóvenes mismos se realiza.
Minutos más tarde, se presentó al segundo invitado de la noche, el licenciado en Psicología Juan Panayotón, quien trabaja en coordinación para prevención de las adicciones.
Habló de la necesidad de una ayuda externa ya que los adictos, durante sus periodos de consumo ven la realidad distorsionada, pierden totalmente la consciencia, se sienten felices y cuando vuelven a la realidad, y ven lo dura que es, en lo único que piensan es en estar drogados nuevamente. “En la primera etapa de esta peligrosa cadena, muy pocas familias reconocen el problema. La mayoría no le da la necesaria importancia porque cree que se trata de algo pasajero. Hasta que el joven llega al punto de delinquir y eso es lo que despierta la atención de los padres.
“Yo trabajo en el CPA, Centro de asistencia provincial de las adicciones, de Berisso, y creo que actualmente falta un fuerte lineamiento a nivel provincial y nacional de una campaña real de prevención”, puntualizó.
“Hay alrededor de 180 centros en la provincia de Buenos Aires que dependen del Ministerio de Salud, y realizan tratamientos ambulatorios, tienen casa de día, centros de desintoxicación y comunidades terapéuticas. El problema es que en los últimos años se esta haciendo una especie de boicot contra los CPA, ya sea desde la falta de nombramientos de los profesionales o la falta de presupuesto para la mantención dado que estos centros son lugares alquilados. Todo ello nos obliga a optar por medidas de