LA PLATA, Abril 25.-(Por Marisa Alvarez) Un tiempo de turbulencias parece haberse iniciado en un segmento clave del oficialismo bonaerense, el que pueblan los intendentes peronistas del Conurbano.
La movida más ostensible la hizo el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino. Recibió en su distrito a Francisco De Narváez, lo llevó a recorrer el hospital municipal y se sacó la foto correspondiente. Se convirtió, así, en el primero de su segmento en mostrarse en actividad institucional con el vencedor de Néstor Kirchner en los comicios del 28-J.
Sin flashes a la vista, sin embargo, también otros tres intendentes de la zona norte-oeste del Conurbano compartieron una reunión con De Narváez en tierras de Cariglino. Luis Acuña, de Hurlingham; Joaquín de
La reunión tuvo distintas significaciones para estos cuatro intendentes. De histórica relación con Eduardo Duhalde, Cariglino ya está más cerca del peronismo disidente que del oficialismo. De
Pero lo cierto es que los cuatro entraron en los radares de Olivos y La Plata y suscitaron enojos manifiestos. Daniel Scioli fue el viernes último a Malvinas, entregó junto a Cariglino préstamos del Bapro a ongs del distrito y ratificó la finalización de una obra estratégica -un túnel- para la integración del oeste y el norte del Conurbano. Pero por esas mismas horas podían escucharse en despachos de
Por el sur del Conurbano, las turbulencias siguen por ahora soterradas, con excepción del intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, crecientemente crítico de la política de Seguridad del gobierno provincial. Pereyra ya no sólo no oculta sus diferencias con el área que conduce Carlos Stornelli, sino que viene desarrollando desde
El intendente de Tigre, Sergio Massa, en tanto, mira encuestas que alimentan su vocación por llegar a
Después de varias semanas de instalación informal de la posible candidatura presidencial de su jefe, el sciolismo también salió fuerte en los últimos días a subrayar el objetivo reeleccionista del Gobernador, con una avanzada en ese sentido que resultó llamativa. "La idea es consolidar a Scioli como líder de un proyecto bonaerense, que pueda valer tanto para la carrera presidencial como para
MENSAJES DE PAZ
Quien en estos días trató de aportar distensión y ahuyentar "temores" en el seno del oficialismo fue Federico Scarabino, a cargo de la presidencia del Senado bonaerense por el grave trance de salud que atraviesa el vicegobernador Balestrini.
Conocido por sus críticas de índole política e institucional a los gobiernos nacional y provincial, Scarabino se ha ocupado de que Scioli sepa que, más allá de los gestos de autonomía que haya dado hasta ahora, en el ejercicio de su nuevo rol será "orgánico" y trabajará "para el Ejecutivo". Y