En lugares cerrados, mantené siempre una ventana abierta.
Chequeá que la llama de gas sea azul. Si es amarilla o anaranjada, puede haber presencia de monóxido de carbono.
Limpiá las hornallas para que los alimentos no obstruyan los quemadores y generen una mala combustión.
Si tenés red de gas natural, en las habitaciones las estufas deben ser de tiro balanceado.
Si usás gas envasado, como garrafa o cilindro, la ventilación de la habitación debe estar a la altura de los pies.
No instales calefones o estufas en baños o espacios cerrados.
Si tenés síntomas como mareo, dolor de cabeza, confusión, nauseas o vómitos y sospechás de intoxicación, abrí puertas y ventanas, apagá los artefactos de gas, salí a tomar aire fresco inmediatamente y comunicate al 107.