Cuatro de los socios fundadores de la Sociedad de Fomento de Barrio Hernández se pusieron a trabajar y recuperaron el espacio, lo acondicionaron, comenzaron a recibir donaciones, pero ahora necesitan una ayuda más: computadoras.

“No importa si no funcionan, el hijo de uno de los integrantes puede arreglarlas”, expresó Laura, quien fue parte del nucleamiento original, hace ya 30 años.

A su turno, Tito remarcó que todo lo están haciendo ellos, sin ayuda económica de nadie. “Hicimos rifas y el barrio esta ayudando”, ponderó.

Y así quieren que continúe: “Ahora estamos arreglando una mesa y necesitaríamo sillas o sillones”. El espacio quedará conformado para todos los barrios. “queremos que vengan los chicos, pero también los adultos, que haya talleres de danza”, sumó, en aras de que sea un lugar de contención, que sirva como un punto de referencia para los vecinos a la hora de necesitar ayuda.