Asesinato

Murió tras ser baleado

PERGAMINO, Julio 18.-(Semanario “El Tiempor” reproducción de PergaminoCiudad)  Este domingo a las ocho de la mañana falleció José Omar Caputa tras casi 36 horas de agonía por el disparo en la frente que sufrió de manos de un sicario el viernes a la noche en Irlanda al 700.

 

 Tras sufrir 36 horas de agonía falleció en la sala de terapia intensiva del Hospital, José Omar Caputa, ayer a las ocho de la ma­ñana. La operación de autopsia determinó que la muerte fue por un paro cardiorrespiratorio traumático producido por el disparo de un arma de fuego calibre 32 milímetros. El equipo de forenses de la Policía Científica realizó la operación del cadáver ayer a las nueve de la mañana. Extrajeron el proyectil que se encontraba alojado en el cerebro y determinaron que la causal de la muerte fue causada por la laceración de la masa encefálica que produjo la bala al ingresar en la cabeza de la víctima.

 

El viernes a la noche, un sicario disparó a quemarropa contra José Omar Caputa y el epi­sodio abrió múltiples hipótesis sobre las motivaciones de este atentado, ocurrido en Irlanda al 700. Una de las versiones posibles, que han dejado trascender fuentes cercanas a las actuaciones policiales, es que se trata de un ajuste de cuentas. Esta teoría sur­ge por la actividad de la víctima de este hecho criminal. Caputa se dedicaría a prestar dinero, y la motivación del atentado estaría vinculada a sus actividades.

 

El escenario que plantean quienes creen conocer las hipótesis del hecho describen como motivo principal una mesa de dinero vacante, por el fallecimiento de un hombre dedicado a prestar plata a apostadores de juego de azar. Según esta hipótesis, el hombre de 61 años se habría acercado mucho al terreno donde operaban o querían operar otros sujetos; quienes al verse amenazados por esta posibilidad de perder espacios de poder o para ganar terreno nuevo de acción, decidieron atentar contra la vida de este adversario.

 

Las características del episodio, denotan claramente la presencia de un atentado mafioso perpetrado por un sicario. Una especie de crimen por encargo que conlleva un mensaje claro entre el autor intelectual y la víctima. Desentrañar este caso demandará a los investigadores sumergirse en el mundo del hampa y vencer los códigos de silencio que rodean este tipo de delitos.

 

El hecho

 

El viernes a las 20:30, arribó José Omar Caputa a bordo su automóvil Renault Logan, patente GYG 800, frente a la casa de una de sus sobrinas en Irlanda 760. Detrás lo seguía una moto de 110 cc con dos sujetos a bordo. La motocicleta frenó muy violentamente, al punto que quedó la marca en el asfalto, y el acom­pañante desenfundó un arma de fuego de puño y descerrajó un disparo a quemarropa en la frente de la víctima.

 

Luego huyeron en la moto. No hubo testigos del hecho; los veci­nos sólo vieron cuando huyeron en el rodado. Una ambulancia de Medicar rescató rápidamente al hombre mal herido y lo derivó al Hospital “San José”. El orificio entró en la región frontal izquierda y quedó alojado en el parietal derecho. Este resultado de los estudios clínicos demostró a los investigadores, que el arma utilizada podría ser un revólver calibre 32 milímetros.

 

Otro atentado

 

El jueves, y a pocas cuadras del episodio del viernes, dos motociclistas dispararon contra un joven que se encontraba en la vereda de su casa de Pico al 1.300.

 

El acompañante de una moto Honda CG 125cc. disparó con una escopeta recortada hacia donde estaban Cristian Iván Paez, de 20 años, su hermana de 17 y su cuñado. El proyectil hirió a Páez en el cuero cabelludo. La hermana reconoció al agresor por el apodo de “orejón”. La víctima fue derivada al Hospital “San José” donde lo atendieron, le hicieron las curaciones necesarias y quedó fuera de peligro.

 

Los testigos, indicaron a los investi­gadores policiales quiénes serían los posibles autores del hecho. No es la primera vez que Paez es víctima de un ataque armado. El 28 de febrero de 2009, y casi le cuesta la vida al joven. Los testigos de la causa señalaron que ese día en dos oportunidades una persona visitó la vivienda de los Paez en calle Pico 1331. En ambas visitas a bordo de una moto, atacó el frente d

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