La reunión se realizó el viernes pasado en el Salón Oval del Palacio Municipal. Fue organizada por las Direcciones de Bromatología, Habilitaciones, Gestión Ambiental y Obras Sanitarias.
Fueron convocadas todas las firmas que elaboran y comercializan agua de mesa y aquellas que quieren iniciar con la actividad en el Partido de Pergamino.
El encuentro contó con una gran convocatoria, la Dirección de Bromatología presentó los requisitos generales del área, se detalló sobre las características edilicias, sectorización, operatividad, rotulación etcétera.
Los representantes de Habilitaciones, Gestión Ambiental y Obras Sanitarias realizaron un análisis de la situación actual y la necesidad de trabajar mancomunadamente entre los empresarios, los directores técnicos de las Plantas y las áreas municipales correspondientes, para que todos respondan a las exigencias del Código Alimentario Argentino.
“El agua es una sustancia esencial para la supervivencia de todas las formas de vida. 97.5 % es salada (forma mares y océanos) y sólo 2.5 % es agua dulce; del total de agua dulce, se estima, que para el uso doméstico se destina tan solo de un 10% del consumo. Y el mercado del agua envasada crece en forma acelerada como consecuencia de hábitos de consumo más sanos, naturales y seguros”, señaló la directora de Bromatología, Sabina Salvarezza.
En la categoría de bebidas disponibles en el mercado, se encuentra el agua, dentro del grupo de bebidas sin alcohol. Se incluyen dos productos de características similares pero diferentes en cuanto a origen, forma de extracción y normativas: agua mineral natural y agua de mesa envasada, la cual puede ser mineralizada artificialmente, con o sin gas; y ambas con diferentes formas de presentación final.
El agua mineral natural se obtiene de una fuente surgente o de un acuífero y el agua de mesa envasada se elabora con agua de red urbana, o también a partir de agua superficial o subterránea.
En la búsqueda de calidad, e inocuidad del producto, el agua envasada, como el resto de los alimentos, debe contar con todos sus procesos controlados, con la aplicación de las Buenas Prácticas de Manipulación y la registración correspondiente.
