Colocó a su marido en un distrito vecino

Entre negociados y abandono, se debate la secretaria de (in)acción social

Gabriela Taruselli, con orígenes radicales, llegó al municipio de la mano de Cambiemos.
Gabriela Taruselli, con orígenes radicales, llegó al municipio de la mano de Cambiemos.

A pesar de que sus inicios en la política fueron en el radicalismo, de la mano del ex intendente y ex diputado nacional, Héctor María “Cachi” Gutiérrez, supo mover las piezas necesarias para acomodarse en el gobierno municipal con orígenes netamente en el PRO. Si hay una característica que sobresale en su personalidad, es que siempre sale bien parada por sus negociaciones.

En este sentido, no solamente que Gabriela Taruselli logró un puesto en el ejecutivo local para sí misma, sino que también gestionó lo necesario para poder ubicar a su marido con un rol preponderante en la localidad vecina de Colón. De esta manera, Germán Debeljuh, llegó a ser coordinador regional de políticas socio educativas.

Taruselli asumió en 2015, junto a Javier Martínez, como secretaria de Desarrollo Social en Pergamino y su gestión ha sido blanco de enormes críticas por parte de las organizaciones. Es así que, para no levantar sospechas de posibles acomodos políticos, realizó una serie de negociaciones para ubicar a su pareja en otro distrito y, es así que, entre ambos, se llevan una cifra cercana a los 120 mil pesos mensualmente.

Más allá de haber podido subsistir a los cambios de Gobierno, pasándose de la Unión Cívica Radical para pintarse de amarillo y haber colocado a su esposo en otra ciudad, lo cierto es que la administración de la funcionaria deja mucho que desear. Desde que se hizo cargo de la cartera, nunca se reunió con las organizaciones sociales para conocer en primera persona cuál es su realidad.

En los últimos años, se abrieron más de 40 comedores en Pergamino, que Taruselli no los conoce porque no recorre los barrios y tampoco tiene un contacto directo con los vecinos. Por el contrario, está siempre en la oficina, haciendo negociados y así fue como pudo ubicar a Debeljuh para que trabaje en el municipio de Colón.

En uno de los barrios más carenciados, una familia le pidió asistencia porque tienen una nena con discapacidad y al padre está sin trabajo, pero como única respuesta, les ofreció tan solo un litro de leche por día. En los pasillos cercanos a su despacho se rumorea que desde la cúpula municipal la aprietan porque no quieren que se conozca la realidad y la enorme cantidad de comedores que se abrieron en los últimos años.

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