Como siempre, la cara de circunstancia del gobernador en su visita a
Tamaño esmerilamiento se puede experimentar en la imagen del kirchnerismo nacional ante semejante abroquelamiento que va mostrando el mandatario, con quien hasta hace meses reservaba misiles políticos hacia el vicepresidente Julio Cobos en nombre de
La visita así planteada debió requerir esfuerzos de parte del Jefe de Gabinete nacional, Aníbal Fernández quien debió acudir a la famosa y tan abandonada lógica del sentido común al señalar que un gobernador es autónomo para tomar la decisión que quiera en cuanto a visitar y prestar apoyo a un sector. Pero guardó bajo siete llaves las consecuencias de semejante afrenta.
Es un importante paso, como también lo fue el examen aprobado que dio tanto la mesa de Enlace y, en particular, el anfitrión de la muestra Hugo Biolcatti. Pero tampoco el polo de poder rural gastó todo a cuenta. La visita para ellos es un viaje de ida y la próxima estación de Scioli, si decide partir por ese camino, será el reclamo a viva voz y ante Cristina Fernández, de la eliminación de retenciones y otras políticas rurales que fueron resistidas, al menos hasta el 28 de junio. De no hacerlo, quedará en una posición muy híbrida como para seguir avanzando en otras cuestiones de "despegue" político.
Este gesto diferenciador de la visita al que hace unos meses fue considerado "el eje del mal" por el matrimonio presidencial se suma al desafío que significó designar en el gabinete a un integrante de la denominada liga de intendentes en clara desobediencia al matrimonio que hoy ocupa
En algunos casos son imágenes que irritan al kirchnerismo pero no pasa de esa instancia. En otros casos hay fuertes reproches ante disputas de poder interno, como en el caso de la designación de Baldomero Álvarez de Olivera en Desarrollo Social.
La gran verdad acerca del estado de la cuestión se conocerá en disputas aún más fuertes y que deberán obligar a adoptar definiciones más profundas sobre un camino sin retorno en este enfrentamiento. Hubo algún amague con el pedido de más fondos coparticipables, algo que la oposición y los gremios venían reclamando desde hacía ya un tiempo.
Ahora la clave está no sólo en lo declamativo sino en la práctica y en la acción. Por ejemplo apoyar alguna iniciativa en el Congreso para cambiar la legislación sería un paso, difícil y duradero, pero importante. Otra cuestión, como la han propuesto otros mandatarios provinciales es directamente reclamar con vigor el incremento de la coparticipación primaria, esto es aumentar la masa que va a las provincias en general. Esto implicaría dejar intacta, por el momento, la coparticipación secundaria, que distribuye los porcentuales por estado provincial. Esto último es difícil de modificar porque se necesita el consenso de todos los gobernadores.