La ciudad amaneció este miércoles un poco más tranquila, aunque para muchos no fue sencillo pasar la noche.

La Municipalidad emitió un alerta preventivo en horas de la noche informando que, ante el riesgo de crecida sonarían la sirena de los bomberos y las patrullas circularían en las cercanías del arroyo dando el aviso para evacuar.

El martes en horas del mediodía se llegó al pico máximo de 5 metros y luego de eso se mantuvo estable, recién al caer el sol se empezó a notar un leve descenso que trajo respiro a muchas familias.

Con el riesgo latente muchos recurrían a ver sus propias marcas, ya que había poca información oficial.

En algunos barrios el agua ingresó a los domicilios y en otros se podían ver las bolsas de arena con las compuertas preparadas para recibir lo peor. La naturaleza golpea una vez más a los barrios más necesitados.

Con el agua yéndose de a poco ahora queda el olor, arañas, víboras y roedores.