El agua está llegando al punto máximo y los vecinos más cercanos al arroyo ya comenzaron a levantar las cosas.
En este marco, Julio Montero, periodista y vecino de Barrio Cueto vivió en primera persona la inundación de diciembre y está atento en estas horas de angustia: “en casa levantamos todo y estamos mirando el puente para ver cómo va creciendo”.
“El arroyo sube, no al ritmo de la madrugada, pero está en cinco metros y a los cinco metros veinte desborda”, alertó.
Al relatar la situación, percibe tranquilidad en los vecinos y recalca: “agradezco que la sirena haya sonado a las 5 de la mañana, y no despertarme con el agua a la rodilla. A la madrugada éramos un motón, ahora hay menos cantidad”.
Desde el municipio piden no acercarse a la zona del arroyo por precaución.