La iniciativa fue de la exconcejal María Teresa Capetillo, quien siguiendo sus proyectos averiguó que ya es una ordenanza. El año próximo podría llegar a concretarse.
Los animales ocupan un lugar primordial en la vida de muchas familias, pero esta ordenanza ataña también a una cuestión de salud pública.
“Cuando era concejal y recorría los barrios muchos vecinos se quejaban porque les tiraban animales muertos en las cunetas”, comenzó María Teresa, quien dejó de ser concejal en el 2017.
“Y además empecé a ver que mucha gente con mascota no tiene patio o que hoy en día hay una gran cantidad de edificios y eso es una problema con el que se encuentran muchos”, agregó.
Es por eso que comenzó con las investigaciones y llegó a la conclusión de la necesidad de un cementerio para mascotas.
“Ocuparía un espacio en el cementerio local y la Municipalidad estaría a cargo a cambio de un canon”, completó la edil con mandato cumplido. Esta iniciativa podría concretarse el próximo año pero aún quedan temas por definir.