El natatorio tuvo una nueva inspección y otra vez hubo puntos que no estaban en regla. El más importante es que no tiene calderista. El municipio deberá poner a una persona responsable desde que se prende hasta que se apaga.
El conflicto con el natatorio viene desde abril cuando los guardavidas dieron a conocer la situación laboral por la que estaban pasando y se oponían a trabajar los sábados. Fue ahí cuando denunciaron ciertas irregularidades, desde el municipio respondieron con tranquilidad y llamaron a una inspección que fue desaprobada. Falta de médico, inspección a la caldera, sistema eléctrico y pisos acorde, fueron algunos de los puntos que se remarcaron.
Sin embargo, en esta oportunidad una nueva inspección llegó por parte del Ministerio de Trabajo y si bien algunos puntos se lograron mejorar, aún quedan algunos de vital importancia como lo es el personal medico o reformas que llevarán mas tiempo en la estructura.
"Hace más o menos un mes, se acercó la delegada, hace un informe y lo eleva al Ministerio de Trabajo de la Provincia, el inspector hizo un trabajo minucioso, cuando se acerca a las caldera nota que no hay un calderista, alguien encargado", remarcó Silvia Tiofalo, delegada de ATE.
Mas allá de las faltas que muestra el lugar aún continúa prestando servicio de lunes a sábado. "Si fuera un club privado que tendría que iniciar la temporada no estaría habilitado, pedimos que el natatorio este habilitado como corresponde", completó.
Ahora están a la espera de estas modificaciones y ver la postura que adopta toma el municipio al respecto.