Por Blackie Walsh, redactora de www.laotracara.info
En vez de estar jugando al bridge, deporte del que no solo es aficionado, sino que juega mundiales, en vez de seguir controlando sus cuentas en Carmelo donde tenia de guardián a su amigo procesado por lavado de activos, Pepín Rodríguez, o en Andorra donde tenía a su íntimo Díaz Gilligan, también procesado por lavado de dinero, Mauricio Macri sigue los pasos de su cuna del sur de Italia, y se mueve como dentro de un grupo mafioso.
De algún lado aprendió todo esto. Macri tiene la V de venganza marcada en su ADN, y el gen político 100% desaparecido, ya que jamás le gustó la política, ni la historia, ni el real desempeño público.
A Mauricio le gustan los negocios que puede hacer metiéndole mano al Estado, a clubes de fútbol y puede hacer por medio del Poder Judicial. De eso se trató su gobierno, y de eso se trata el PRO.
Mientras que el presidente de la Nación se ocupa en viajar eternamente por Europa y ser premiado por la derecha española y francesa, también se ocupa de designar al periodista Diego Sucalesca al frente de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional, bajo la órbita de Karina Milei.
El flamante funcionario es conductor de televisión, abogado y actor, y hasta hace unas semanas estaba al frente de un programa en el Canal de la Ciudad. En 2018 había compartido escenario con el libertario en la obra de teatro El Consultorio de Milei.
Mientras esta suerte de obra teatral que desarrolla Milei es llevada a cabo, el dólar aumenta a casi 1.500 pesos y por primera vez en 6 meses la inflación vuelve a ser eje de preocupación gubernamental. Caputo ya hizo su trabajo pasando deudas privadas millonarias de Macri al Estado y plantando una bomba económica que deja 70% de pobreza en Argentina. Ahora le toca el turno a Sturzenegger que está a días de asumir en Economía.
Todo sigue cerrando en el plan estilo siciliano de Macri. Victoria Villarruel, está preparada para una posible asunción presidencial, mientras hace horas que el líder del PRO rompió filas con Patricia Bullrich, y nombró como presidente del partido al ex intendente de Pinamar, Martín Yeza.
Yeza, no solo fue intendente del balneario más caro de la costa argentina, sino que también es amigo íntimo de violentos de género, como el ex cocinero de Macri en Casa Rosada, tema urticante ya que es una persona denunciada en la justicia argentina y que fue tapa de diarios y revistas por maltratar además al personal de la Casa Rosada.
Además liberó tierras fiscales de Pinamar para darle a empresarios el espacio, generando bares y restaurantes, y apoyó a personajes vinculados al narcotráfico para que inviertan al día de hoy en hoteles de la costa.
A todo esto, el peronismo hace lo que dijo desde diciembre, esperar. Algunos altos mandatarios del partido dijeron que había que esperar solo 6 meses y que el gobierno caería solo.
Lo que estamos viviendo es una exploción de la clase media argentina, números que arden a nivel mundial en servicios básicos como la luz, el agua y el gas, y una clase política, un poder judicial y un ámbito empresarial que solo siguen mirando sus cajas de dinero y las mil formas de seguir vaciando el tan odiado por Milei, Estado argentino.
Presidente: la casta éramos nosotros, pero ahora van por usted. ¿Dónde estuvo todo este tiempo? Los espejitos de colores europeos no reparan el desastre que se va a vivir en Argentina en pocas semanas.