Un proyecto de "ley de hábitat popular" elaborado en el Poder Ejecutivo, que tiene uno de sus ejes en que los grandes emprendimientos inmobiliarios -barrios cerrados, cementerios privados, shoppings y centros comerciales- hagan una especie de "aporte obligatorio" para que el Estado desarrolle sus planes de "viviendas sociales", desnudó en público una falta de, por lo menos, coordinación alarmante, además de la polémica que generó su "fondo".
VERSIONES DE UNA MISMA SINFONIA
Hace unos días, la ministra de Infraestructura, Cristina Alvarez Rodríguez, "presentó" la iniciativa como un "anhelado proyecto". Lo hizo en el Auditorio Jorge Luis Borges de
Mientras tanto, en otros ámbitos del gobierno se decía que sólo había un borrador que estaba por esas horas en el escritorio del gobernador Scioli para que diera el visto bueno (o no). Pero cuando el proyecto fue difundido por un funcionario de segunda línea, que dijo que la iniciativa establecía que los barrios cerrados y otros emprendimientos inmobiliarios debían ceder el 10% de sus terrenos para la construcción de "viviendas populares", y sostuvo que eso podía "parecer comunista" pero se iba a llevar a cabo, la ministra salió a defender el proyecto, también lo dio por hecho y sólo mitigó lo de la cesión de tierras indicando que los countries también podían afrontar esa carga "con dinero o asfalto".
Horas más tarde, el vocero del Gobernador negaba que existiera un proyecto de la administración Scioli que fuera a "afectar la propiedad privada" o desalentar "las inversiones". Pero poco después otros voceros ratificaban que la iniciativa preveía que los barrios cerrados "aportaran" tierras ("no de la propia superficie del country", decían) o dinero para comprarlas, para que el Estado construya "viviendas populares". Sostenían también que esa carga "ya está establecida en una ley" de hace 34 años.
Se referían, en rigor, a un artículo de un decreto-ley de la dictadura (cuando no existían los countries, ni
UNA AVANZADA EN
En suma, sin que el Gobierno suministre el texto del proyecto, lo que existe a esta altura en torno de la iniciativa del "hábitat popular" es una enorme confusión, por obra y arte de funcionarios que dieron diferentes versiones sobre el asunto. Y la pregunta es, ¿son estas contradicciones producto únicamente de distintas posturas entre áreas del gobierno sobre cómo y con qué recursos afrontar los planes de viviendas?
En el propio gobierno provincial creen que la avanzada que notoriamente realizó la ministra Alvarez Rodríguez, titular de una agrupación propia kirchnerista, tiene mucho que ver con su indisimulada aspiración a ser candidata a vicegobernadora. Y hay en el gabinete quienes sostienen que la funcionaria habría interesado inclusive a la propia Presidenta sobre esta polémica iniciativa antes de que el Gobernador opinara sobre el borrador del proyecto.
OLVIDOS
Otro cortocircuito en el seno del oficialismo se produjo esta semana, en tanto, en torno de la reforma de la ley provincial de elecciones internas que piden los intendentes peronistas, avala el Gobernador y ahora apoya