La provincia

Conmoción

Scioli y Balestrini reunidos hace pocos días. El accidente cerebro vascular que sufrió el Vicegobernador provocó conmoción en el Gobierno bonaerense.
Scioli y Balestrini reunidos hace pocos días. El accidente cerebro vascular que sufrió el Vicegobernador provocó conmoción en el Gobierno bonaerense.

LA PLATA, Abril 11.-(Por Marisa Alvarez) Desde hace cuatro días el Vicegobernador pelea por su vida. Fulminante como un rayo, un accidente cerebro vascular ha puesto a este luchador a darle batalla a la muerte. A los 62 años, habiendo alcanzado algunos de los más altos honores que puede conceder la política argentina -intendente de una comuna, La Matanza que es en realidad una provincia; presidente de la Cámara de Diputados de la Nación; vicegobernador-, Alberto Balestrini no sólo es una pieza clave del presente del oficialismo sino que concentraba altas expectativas de ese espacio para el próximo turno electoral cuando el destino lo colocó en esta instancia crucial.

 

Los informes médicos indican que, cuando gane esta pelea por la vida, Balestrini deberá afrontar un largo y excluyente período de recuperación de su salud. Y esa perspectiva -que sólo un milagro podría evitar- ha conmovido profundamente a los ámbitos políticos de la Provincia, en particular del peronismo, donde el respeto que el Vicegobernador se ha ganado afloró en estas horas críticas por sobre las diferencias y las hostilidades habituales. Pero también ha abierto ya conjeturas inevitables a partir de los cambios que, de hecho, implicaría un retiro prolongado de Balestrini del ring de la política.

 

EL ROL ELECTORAL

 

Un rol clave de Balestrini en el esquema electoral del peronismo kirchnerista para el 2011 se consolidó en las últimas semanas, a partir del tácito acuerdo alcanzado entre Néstor Kirchner y Daniel Scioli, y que pasa por la eventualidad de que sea finalmente el Gobernador quien compita por la presidencia de la Nación. En esa estrategia, vale aclarar, Kirchner mantiene su aspiración presidencial como plan A, pero ya ha comenzado a facilitar la instalación de Scioli ante la probabilidad de que al final a él no le den los números" para correr esa carrera. Y si se diera esa última situación, la estrategia delineada en Olivos y acordada con La Plata ya tendría candidato a gobernador: Balestrini.

 

Por trayectoria y peso territorial propio, una postulación de Balestrini a la Gobernación sería la única que quizás frenaría las aspiraciones de media docena de intendentes y referentes del peronismo oficialista que entienden que el próximo debería ser su turno para pasar de sus comarcas a la liga mayor de la Provincia. Cacho Alvarez, jefe comunal de Avellaneda con licencia para conducir el ministerio de Desarrollo Social, y sus pares de Florencio Varela, Julio Pereyra, y de Berazategui, Juan José Mussi, son algunos (no los únicos) de esos aspirantes.

 

Pero en ese racimo, ninguno parece tener hoy por hoy la instalación necesaria ni sobresalir lo suficiente como para evitar feroces internas. Pero eso en las crudas evaluaciones políticas de estos días se sostiene que, si Balestrini no pudiera ser, Kirchner y Scioli se quedarían sin candidato a gobernador. Al menos en el segmento que se mantiene dentro del peronismo oficialista. ¿Obligaría esta situación al kirchnerismo a buscar postulante para la Provincia en la franja de "los críticos" o aún de los disidentes?

 

CAMBIOS INSTITUCIONALES

 

En la cumbre del poder institucional, en tanto, el gravísimo cuadro de salud de Balestrini ya ha provocado cambios de hecho. El vicepresidente 1º del Senado, Federico Scarabino, ya está interinamente a cargo, por imperio de la Constitución provincial, de la Vicegobernación y de la presidencia de la Cámara Alta.

 

Ex intendente de Quilmes, ministro de la Provincia en las gestiones de Ruckauf y Solá, Scarabino es un senador respetado por sus pares y de buena relación con muchos dirigentes del peronismo, oficialista y no tanto. Es, además, hombre de confianza y mano derecha de Balestrini, quien le ha delegado en buena medida la función de operador político en el Senado y la relación con los bloques opositores.

 

No tiene Scarabino, sin embargo, la relación de confianza que Balestrini, más allá de algunos cortocircuitos, ha alcanzado con Scioli y su gabinete, y que puede resultar clave para su doble rol interino de vicegobernador y presidente de una Cámara por la que ingresan los proyectos de ley a los que el Ejecutivo otorga importancia central.

 

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