Una oleada de delitos en diferentes puntos de la ciudad golpeó en los últimos días al sector comercial. No importa horario ni barrio, los delincuentes van por la recaudación y las pertenencias de los trabajadores.
Por caso, una heladería fue foco en el momento del cierre el jueves cuando tres empleados, dos hombres y una mujer estaban cerrando la caja alrededor de las 11 de la noche, dos personas ingresaron en Alem y 11 de septiembre para llevarse el dinero y los celulares. Uno de los empleados fue golpeado, mientras que a la mujer le dijeron “mi amor, quédate tranquila”.
El viernes en Avenida de Mayo y Alberti robaron con la modalidad de inhibidores de alarmas. Un comerciante que se bajó a un bar llevaba en su auto un millón y medio de pesos, y un individuo que vendría de otra ciudad inhibió la señal y sustrajo la mochila del baúl.
Además, un robo cuantioso se llevó a cabo en una sandwichería de plena avenida. Fue el sábado cuando ya habían cerrado. Dos delincuentes ingresaron pidiéndole dólares y la suma que tengan en pesos, después de atarlos se llevaron 20 mil dólares y una suma en pesos.
El ultimo fue en una pollería en Colon y Larrea, cuando la cámara de seguridad del propio comercio muestra como dos delincuentes ingresan y amenazan a la empleada que tenía a su bebé a upa.
La agresividad va en ascenso y en la mayoría de los episodios los delincuentes se manejan armados.