Panorama político bonaerense

Cerca del último codo y hacia la recta final

El oficialismo, optimista con lo que pasará el 28 de junio.
El oficialismo, optimista con lo que pasará el 28 de junio.

LA PLATA, Junio 07 (Por Martín López Lastra) “Estamos primeros en varios distritos del interior”, insisten voceros de la Gobernación, a la vez que admiten que la pelea en esa zona se hace difícil con la oposición. Sí señalan que observan una situación de meseta desde hace dos o tres semanas del peronismo disidente y que ellos llaman Unión-Pro. 

 

Ese congelamiento, entre los 23 a 27, puntos responde a una serie de factores. Primero fue el despilfarro en segundos publicitarios apelando a una suerte de desperonización de esta oferta electoral, justamente en el conurbano que es donde más se debe profundizar en esa simbología.

 

En eso se explica la ausencia de Felipe Solá y todo vestigio de su estilo durante varios días, hasta que su figura apareció como un botiquín de urgencias en spots que muestran un discurso en soledad como si fuera divorciado de la dupla asociada Macri-De Narváez.

 

La otra preocupación del empresario colombiano es la cárcel de Marcos Paz, no precisamente por algún conflicto con la ley, sino porque en ese establecimiento alguien privado de su libertad le provoca más de un dolor de cabeza.  Luis Abelardo Patti, de él se trata, le compite en el mismo rubro de las necesidades de combatir la inseguridad.  El ex intendente de Escobar y ex comisario de la bonaerense cuenta con un núcleo duro de votantes que orilla los cinco puntos de intención de votos, aproximadamente la misma distancia que hoy separa al peronismo disidente del kirchnerismo.  Pero además, con ese porcentaje puede llegar a pelear la designación de uno o dos diputados nacionales.

 

A De Narváez se le complica y mucho resolver ese dilema y máxime cuando, en un posible error político, admitió que por derecha le erosionaron caudal electoral.   Ese mismo problema lo tuvo hace diez años el entonces candidato a gobernador Carlos Ruckauf, pero éste empleó otra estrategia: salió a competir palmo a palmo por ese voto duro con un discurso antigarantista y ultraclerical que le rindió dividendos frente a una fortalecida Alianza que preparaba un histórico arribo al poder provincial.

 

La indefinición de De Narváez hizo perder votos y plata, pero además el cuadro se completa con un virtual crecimiento de la oferta opositora no peronista como el Acuerdo Cívico y Social, que registra un crecimiento estratégico en el interior bonaerense. La calidad de "estratégico" responde no sólo porque allí se concentra más de un 30 por ciento del electorado, sino que también contiene a cinco de las ocho secciones electorales.  Pero esas cinco secciones aportan cerca del 55 por ciento de la representación en ambas cámaras legislativas. Con lo cual, cada legislador cotizará su peso en oro para cada una de las tres fuerzas en pugna. Esto sin ignorar otras expresiones como la del Nuevo Encuentro de Martín Sabatella que también luchan por superar los pisos para colocar diputados provinciales en algunas secciones electorales. 

 

La conquista de las bancas se ratifica como más seductora para la oposición que la conquista de votos, admitiendo, tal vez que el kirchnerismo puede festejar así gane por un voto de diferencia.

 

Ambos sectores tendrán sus razones para festejar. Si el kirchnerismo se alza con el triunfo pretenderá demostrar que tiene vida y que descontó diferencias en un partido al cual le queda un segundo tiempo tras cierta cuesta abajo tras el conflicto del campo.  En ese cuadro, quedará sepultado todo tipo de liderazgo que pretenda aflorar sea por un nuevo y férreo disciplinamiento o porque quienes estaban llamados para hacerlo con inteligencia y coraje no se animaron.

 

La oposición del peronismo disidente si quisiera festejar, no debería perder por muchos puntos de ventaja. Esto si quiere, en su condición de proyecto incipiente lanzar sus cánticos de sirena hacia aquellos desencantado del kirchnerismo que quieran abandonar el barco. Deben además  demostrar fehacientemente una cohesión que aparece demasiada artificial, coyuntural y por conveniencia.  Por lo visto la tensión entre Solá y sus socios permanece aún mientras se avivan los fuegos de la campaña.  Con ese análisis es muy difícil ver a los tres referentes dentro del mismo cuadro cuando el 28 de junio sea motivo de anécdotas periodísticas. Salvo que un triunfo apague penas y postergue diferencias.

 

Al escuchar los discursos de los últimos actos, el Acuerdo Cívico se pretende mostrar como el de menos ataduras a un eventual resultado adverso en una hipótesis de triunfo en una parte del territorio b

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