En esta oportunidad, la obra de la peatonal se está llevando a cabo sobre las calles Pueyrredón y Mitre. La intervención provoca no sólo inconvenientes para transitar sino también suciedad por la voladura de cal y arena.
En un principio se pensaba que las obras llevarían poco tiempo, sin embargo se dilataron y ya llevan más de cuatro meses.
"Llegamos un día a trabajar y ya estaba todo cortado, empezaron tres días después. Primer de un lado, después del otro lado y volvieron al primer punto porque al arquitecto no le gustó", explicó Rita, dueña de un bar sito en la esquina de Mitre.
Si bien se trabaja sólo apenas unas horas por día, el atraso se debe también a dificultades que sufrieron: “de mi lado ya lo habían arreglado, un día pasó el arquitecto de la Municipalidad y pidió que lo hicieran otra vez. Tengo mesas afuera y la gente no se quiere sentar por el ruido y el polvo”.
“Las obras siempre son interminables acá, no sé qué pasa, no se acerca nadie de la Municipalidad", finalizó la comerciante.