En el Taekwon-do se enseña el uso de las piernas y los puños a través de un camino físico, mental y espiritual. Es un auténtico y eficaz sistema de autodefensa sin armas, en el que se enfatiza el respeto, la disciplina, la formación física y la amistad.
Existen cientos de casos de niños que han dado un cambio en su conducta (para bien), tanto en la casa, como en la escuela y en el medio en que habitualmente se desenvuelven; los niños violentos o de mal carácter encuentran en el Taekwon-do una forma de descargar esa agresividad y saber medir sus límites. También es aconsejable para el niño tímido, el que levantará su autoestima.
Por medio de la enseñanza del Taekwon-do no sólo debemos prestar atención a las patadas y trompadas o a la competencia, tenemos que instruir a personas que necesitan buenos ejemplos a seguir.
Es muy importante saber trabajar con niños y adolescentes porque ellos imitan, crean referentes y hasta ídolos, por eso las actitudes deben de ser siempre responsables.
Se estudia la perseverancia, el autocontrol, la cortesía, la integridad y el espíritu indomable.
Como beneficios ennumeramos algunos: 1) Flexibilidad, 2) Coordinación, 3) Equilibrio, 4) Movilidad en las articulaciones, 5) Corrección de las posturas, 6) Resistencia muscular y ósea, entre otros.
Teniendo en cuenta lo que aquí se expone varias escuelas y/o colegios, han incorporado a su programa de educación, este arte marcial tan completo y moderno.