Por Martín López Lastra, especial para NOVA
Circunstancias inesperadas y no deseadas posiblemente hayan influido en el humor del gobernador Daniel Scioli. Esto es por la delicada situación acaecida hace más de una semana y que es de conocimiento público y que motivó su postergación en el viaje al exterior para acompañar a
En lo inmediato está, por supuesto, lo afectivo hacia su compañero de fórmula y de aquel desafío que se inició en 2007 cuando Scioli convocó a Balestrini para que lo acompañara en la difícil tarea de gobernar el primer estado argentino.
De manera más mediata, la situación inesperada obliga a repensar su proyección con vista a los próximos comicios. En círculos muy selectos del oficialismo la idea de Scioli presidenciable estaba muy ligada a una importante reserva doctrinaria y de estilo. Sobre todo una idea de continuidad para poder ratificarla en una especie de plebiscito en las urnas. Pero difícilmente se pueda cristalizar esa variable, a la luz de acontecimientos que afectaron a protagonistas considerados como claves en esta historia. Lo ocurrido con Alberto Balestrini, a partir de su accidente cerebro vascular, ha sido desgraciado y lamentable en lo personal, familiar y en el entorno de sus amistades y afectos. Pero también lo es en el marco de las futuras etapas que debe transitar el proyecto oficial.
Mientras las penurias tallan el ánimo de los protagonistas del kirchnerismo, algunos dirigentes en silencio y otros más expuestos ante la gran vidriera pública arman sus plataformas de despegue hacia eventuales candidaturas provinciales.
La siempre latente candidatura de Francisco De Narváez al sillón de Dardo Rocha tiene un compromiso mayor en función de su sueño iniciado hace ya tres años y con su vigilante observación y control de la administración Scioli. Mientras alguna novedad legal no le signifique al multimillonario empresario torcer el viraje del recorrido hacia
En tanto, envuelve un halo de misterio la posible postulación del poderoso Secretario General de
Según se pudo confirmar, el dirigente sindical se tomará todo el tiempo posible esperando algún tipo de vía libre para participar de internas hacia mediados del 2011. Esto significa que todo deberá partir de una decisión de los Kirchner, quienes, ante el panorama de la última derrota podrían designar un nuevo delfín o mantener la propuesta de reelección de Scioli.
Moyano no ha manifestado una plena convicción a raíz del gran esfuerzo que le está demandando su rol en la central sindical que, por otra parte, tiene a la vista a sectores y rivales amenazantes. Quienes saben del tema indican que los más influyentes para que Moyano opte por su carrera a la gobernación vienen de su entorno más íntimo, como los dirigentes sindicales Juan Carlos Smith (dragado y balizamiento) y Juan Carlos Piumato (Judiciales nacionales). De todas maneras la última palabra la tendrá Hugo Moyano y, eventualmente la aceptación del matrimonio que hoy está en
Ya por fuera del kirchnerismo el intendente de