Acuerdos, pactos y rosca política son los tres principales ejes de esta historia que involucra al intendente y algunos dirigentes radicales de Pergamino. Desde los negociados para conseguir algún puesto en el municipio, hasta las gestiones para colocar personas en las listas para concejales, todos manejos que podrían desatar una feroz interna dentro del municipio.

Hay dos nombres que son los protagonistas: por un lado, Juan Manuel Batallanez y por el otro Guillermo “Fabito” Albuerne. El primero de ellos responder directamente al vicegobernador Daniel Salvador y logró acomodarse como secretario de Tierras y Viviendas, mientras que el segundo es de la línea del ex jefe comunal y ex diputado nacional Héctor María “Cachi” Gutiérrez.

Entre Batallanez Y Albuerne, ambos de origen radical, hicieron un acuerdo abalado por el intendente Javier Martínez, con comienzos en el PRO, para que uno de ellos quedara como funcionario local, mientras tramitaban algunos lugares en la boleta de Cambiemos para que su gente ocupe una banca en el Concejo Deliberante.

Es así que María VictoriaMartínez White logró ser electa en el 2017 y, al mismo tiempo, Diego Basanta obtuvo el rol de Secretario. En el mismo paquete ingresó Esteban Guliani a ejercer como subsecretario de Obras Públicas. Por otra parte, el propio “Fabito” no quiso ser menos, y participó también de las elecciones que lo llevaron a conseguir un escaño.

La buena relación que tendrían ambos dirigentes con Martínez habría posibilitado el ingreso masivo de militantes suyos a ocupar distintos cargos en el municipio. Además, entre los propios correligionarios existe un pacto, ya que en los dos últimos años el mandato del Comité distrital se lo repartieron un año cada uno, algo que podría romperse en los próximos días.

En la actualidad, Batallanez es el dirigente radical mimado y con más llegada a Martínez porque hace todo lo que el intendente le ordena. En la última campaña la UCR local le habría aportado una cifra cercana a los 90 mil pesos que no habría sido asentada en el libro de actas del partido, por lo que los radicales que hoy lo dirigente están que trinan por esa maniobra.

Por último, la Unión Cívica Radical local tendría depositado en el Banco Provincia de Pergamino el monto que le retiene a cada funcionario que está afiliado y que le descuentan un porcentaje del sueldo que va destinado al partido. Sin embargo, de esa porción, tendrían que mandar al Comité Bonaerense, algo que no estarían cumpliendo y podría provocar un revuelo ya que la cuenta tendría cerca 30 mil dólares y 900 mil pesos.