La Dirección de la Tercera Edad lleva adelante un importante ciclo de conversatorios destinados al acompañamiento de familiares y cuidadores de adultos mayores con déficit cognitivo. Los encuentros son gratuitos y están a cargo de profesionales especializados en la promoción de la salud mental de ellos y su entorno.
Así, este jueves 3 de octubre el equipo de la Dirección de la Tercera Edad abordará la temática “Dificultades de familiares y cuidadores en la atención de personas mayores con déficit cognitivo y/o demencias y “Tratamiento no farmacológico, desde la Terapia Ocupacional”.
La cita es a las 18 horas en la sede situada en Mendoza y Ramón Raimundo.
Mientras tanto el jueves 17 de octubre, en el mismo horario y lugar, se conversará sobre “Derechos de los Adultos Mayores con demencias”, a cargo de la abogada Florencia Montanari (Defensora Pública Oficial).
Programa de acompañamiento a familiares
Esta propuesta busca generar un espacio de acompañamiento a personas vinculadas con adultos mayores teniendo en cuenta que el envejecimiento se acompaña de cambios físicos, cognitivos, que influyen en la vida social de ellos y sus familiares.
La queja de “olvidos” afecta a un gran número de adultos mayores, de los cuales la mayoría tiene rendimiento normal en las evaluaciones neuropsicológicas, pero tienen fallas mnésicas debidas a ansiedad y depresión, que se normalizan con el tratamiento adecuado.
Las estadísticas muestran que entre el 5 y el 15 % de la población mayor de 65 años presenta cierto grado de deterioro cognitivo y de este grupo, el 5 % presenta una evolución a una demencia.
El diagnóstico precoz es importante a fin de optimizar estrategias para el cuidado y abordar tratamientos farmacológicos y no farmacológicos para retardar de manera importante el progreso de los déficits.
El cuidado de pacientes con demencia es un proceso dinámico que requiere un progresivo incremento de atenciones y tareas. Esto está motivado en la larga duración de la enfermedad, en la pérdida progresiva de la capacidad física y cognitiva por parte del paciente y su creciente dependencia del entorno familiar.
Cuando se produce el diagnostico de demencia en una persona, no solo afecta a la misma, sino también a todo su grupo familiar. La mayor carga pesa fundamentalmente a quien lo asiste. La carga emotiva personal es enorme y quienes son cuidadores tienen la necesidad de desarrollar un conjunto de estrategias para afrontar la evolución de la enfermedad.
