PERGAMINO, Noviembre 14.- La fertilización es uno de los componentes más importantes del costo de producción y, además, es uno de los factores más relevantes para impulsar los rendimientos. Esto es así incluso cuando se trata de una oleaginosa como la soja, sobre la cual, normalmente, no se apuntan los cañones de la nutrición.
En el marco de una charla técnica realizada en el INTA Pergamino, el especialista Gustavo Ferraris esbozó un interesante panorama en cuanto a la nutrición con miras a la campaña de soja en
“En general, en soja, si bien el porcentaje de rendimiento que está determinado por el aspecto nutricional es menor que en las gramíneas, la incidencia de este factor puede llegar a ser hasta un 20%, que en términos económicos es muy importante”, indicó el ingeniero.
Consultado sobre el elemento más limitante en el norte bonaerense, Ferraris marcó la incorporación de fósforo. “Es el más fácil de diagnosticar a través de un análisis de suelo y lo que se sabe es que, más allá de que, en general, la cantidad de lotes fertilizados se ha incrementado, hay un balance negativo”, explicó.
Y agregó: “Siempre se lleva más fósforo del campo en la cosecha que el que se agrega, con lo cual la disponibilidad actual en nuestros suelos es baja”.
Otro nutriente en el que Ferraris hizo hincapié fue el azufre. Según los ensayos, las respuestas a este nutriente son más probables en aquellos lotes que tienen muchos años de agricultura continua y, sobre todo, muchos de soja, en los que baja la materia orgánica, que es la fuente primaria del nutriente. “En general se logra satisfacer las necesidades de azufre con dosis pequeñas de a
En el caso de la nutrición nitrogenada, el ingeniero del INTA Pergamino explicó que “la soja se provee de nitrógeno por fijación biológica y la forma de proveerla efectivamente es a través del aporte de bacterias fijadoras de alta efectividad seleccionadas a través de los inoculantes”. Destacó que es una práctica que en condiciones ambientales favorables -buenos contenidos de fósforos en el suelo por fertilización, adecuada humedad y no excesivos problemas de compactación- es exitosa y muy rentable.
“Hemos medido incrementos medios en un gran número de ensayos, de alrededor de hasta un 8%, y cuyas variantes más novedosas son la aplicación en surco y el uso de protectores bacterianos que previenen la desecación de la bacteria y la nutren hasta el momento en que llega al suelo”. Ultimamente, también se destaca el uso de inoculantes multibacteriales que provee no sólo rizhobium sino también otros promotores de crecimiento, e incluso moléculas que facilitan el reconocimiento entre planta y bacteria, indicó.(Fuente: CLARIN RURAL)