Este 1º de mayo de 2009, nos encuentra inmersos en una crisis financiera causada por el crack mundial que hace que la prosperidad que los argentinos veníamos construyendo con muchísimo esfuerzo, hoy se encuentre severamente comprometida, porque se ha desplomado el centro económico del mundo, y amenaza seriamente con detener el avance que durante estos últimos años hemos tenido.
Frente a la crisis universal, en Europa, en Estados Unidos, e incluso en Brasil se realizan despidos en forma masiva; mientras que en Argentina, como contracara, estamos discutiendo mejoras salariales, dentro de una estrategia que responde a una actitud preventiva, que es la de mantener el poder adquisitivo del salario ya que es importante para preservar el mercado interno que representa las tres cuartas partes del producto bruto interno.
También el gobierno argentino tiene en estudio un proyecto presentado por
Esto por ahora hace que los despidos masivos en términos generales estén parados y se hayan reconvertido en suspensiones, en reducción de jornada o adelanto de vacaciones. Lo que nos encontramos en estos últimos días , es que se están produciendo despidos individuales y de trabajadores en negro, en empresas multinacionales y del empresariado nacional que siempre tomaron a los trabajadores como variable de ajuste.
En los grupos económicos multinacionales hallamos a Repsol, las empresas de Telefonía y las cadenas de grandes supermercados, etc.
Los nacionales cercanos a los dólares de la soja con actitudes golpistas como la llevada adelante durante el conflicto de la 125 por la mesa de enlace, formada por los infaltables, los que siempre están en contra del pueblo, los pilares de la vieja oligarquía argentina : la sociedad rural, la confederación agraria y los multimedios periodísticos que no reconocen otra forma de actuar que no sea la de saciar sus intereses económicos a cualquier costo.
Además, de algunos gobiernos provinciales y municipales, estos últimos por la mezquindad e intereses políticos que admiten el trabajo en negro, a costa de miles de trabajadores, quienes deben verse sometidos a condiciones de marginalidad e inseguridad laboral.
Debemos saber afrontar y pasar en limpio, las responsabilidades que a cada uno de nosotros dirigentes políticos y gremiales como actores de esta época nos cabe, de cara al desafío inconcluso de transformar un sistema perverso, que pese a los años transcurridos, no ha logrado erradicar las injusticias por las cuales muchos compañeros trabajadores dieron su vida.
Esto, está recientemente reflejado en un artículo de Página 12 del día sábado 25 de abril por el periodista y escritor Osvaldo Bayer titulado “