Por Blackie Walsh, redactora de www.laotracara.info

Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como "todo acto de violencia de género, físico, sexual, emocional, económico o psicológico contra la mujer, inclusive las amenazas de tales actos y la privación arbitraria de libertad. La violencia contra la mujer tiene su origen en la desigualdad de género y el abuso de poder”.

Comencemos por el final, y hablemos del presidente contra la cantante mundialmente conocida, Lali Espósito. Ella, luego de que Milei ganara la elecciones, expresó que se sentía triste por el resultado en sus propias redes sociales, una acción libre y democrática.

A partir de ese momento, Lali fue blanco de agresiones y dichos misóginos por parte de Milei. Lo último, fue llamarla “Lali Depósito” en una entrevista obviamente realizada por hombres.

A partir de ahí miles de personas en Argentina y del resto del mundo, expresaron su apoyo a la artista, ante semejante acto de abuso de poder y violencia verbal.

Tras ello, Lali Espósito le mandó una democrática y clara respuesta a Milei: "Quiero tener la libertad de pensar distinto" dijo la cantante e incluso le indicó a Milei que "la asimetría de poder" que él tiene y los que atacan por pensar distinto y la información falsa "vuelve a su discurso injusto y violento".

Pero Milei siguió, y volvió a arremeter contra ella y a través de una entrevista en una radio nacional, en una suerte de expresión de manual del violento, lejísimos de la talla de un presidente, dijo: "Ella empezó. Si te gusta el durazno, bancate la pelusa". 

Pero la violencia contra las mujeres por parte de Milei comenzó con la eliminación del Ministerio de la Mujer, convirtiéndolo en Secretaría, y a punto de eliminarla. Siguió con la Ley Ómnibus donde en términos de género, la ley borraba del mapa político a las mujeres. Aniquilaba la Ley Micaela y la Ley de los mil días. 

En medio de estos ataques,  Milei inició una pelea desigual desde las redes contra la periodista Silvia Mercado, que ni siquiera está emparentada con medios opositores precisamente. Luego hizo lo mismo con una periodista de ”La Nación”, que cubría el Foro Económico de Davos, y por último con la periodista María O'Donnell, a quien trató de "mentirosa".

Luego, trató de meter en el Congreso un proyecto de ley para eliminar el aborto legal y gratuito, y penalizar a las mujeres que lo hagan hasta con años de cárcel.

Pero tampoco terminó ahí ya que en el Foro de Davos , y contra toda realidad mundial, dijo que:  "Los socialistas cambiaron la agenda por supuestos conflictos de clases como la ridícula pelea antinatural entre el hombre y la mujer. La agenda del feminismo radical devino en mayor intervención del Estado, darle trabajo a burócratas que no aportaron nada en la sociedad sea en formato de Ministerios de la Mujer u organismos internacionales para promover esta agenda".

Estamos siendo gobernados por un presidente misógino declarado, un presidente violento, con arranques caprichosos e infantiles frente a los proyectos nacionales que no le son aprobados. 

Un presidente que ataca a las mujeres (un acto condenado por ley y extremadamente cobarde), que lo hace para distraer sobre el horror que Argentina vive con más de 3 millones de nuevos pobres en menos de 3 meses, la caída del empleo, y las clases trabajadoras destruidas.

Milei: de la angustia del gobierno anterior que sentíamos los argentinos, al BASTA que sentimos hoy, ante todo las mujeres y los hombres de bien, hubo un solo paso o mejor dicho, 2 meses y 6 días. Revise sus actos, y recuerde algo de lo que seguramente le dijo el Papa Francisco sobre el bien, la humildad y la humanidad. Tiene un país en sus manos, no un juego.