El caso de Mafalda Secreto terminó con su absolución, tras ser considerada inocente por actuar bajo legítima defensa.
Alfonso Godoy, periodista especializado, cubrió el caso desde el inicio y explicó: "A Mafalda Secreto los medios de comunicación de Buenos Aires la titularon como la descuartizadora de calle 11. Eso no se trató en juicio, se trató con una perspectiva de género, es inédito, esto es separador, fue absuelta por la figura de la legítima defensa".
A su vez, Alfonso informó que "el temor de ella era que vendiera a su nieta a Paraguay, él la utilizó para ir a comprar drogas, la tenía amenazada, la inició en la prostitución. A partir de su relación se alejó de su familia, de sus amigas, cerró su taller, todo eso en una relación de 18 meses, se lo consideró violencia de género, por todo lo que venía viviendo".