La sesión no pasó desapercibida y el escándalo copó el primer piso de la Municipalidad. Primero fue la invasión de quienes estaban presenciando el debate y luego fueron los reproches entre los ediles.
La situación se tornó violenta cuando quienes presenciaban la sesión invadieron el recinto pidiendo la interpelación del intendente. Es que el pedido había pasado a comisión y eso no fue del agrado de los que estaban allí esperando otra resolución.
Uno de ellos fue directo a Francisco Illia y casi en su oído le gritaba: “no tienen vergüenza, dan vueltas y vueltas”. De a poco fueron pasando quienes estaban detrás de la barra. “Que se vayan todos, son una mangas de cararrotas sinvergüenzas, lo que menos le importa es el pueblo”, bramaban, dirigiéndose a los 20 concejales.
Luego de eso, comenzaron las rispideces entre los propios ediles quienes se reprocharon conductas y dejaron a la luz -aún más las diferencias que existen entre ambos bloques.
La única solución fue abandonar el recinto para tranquilizar el ambiente y fue Gabriela Taruselli quien se puso al mando de levantar la sesión.
Primero hablando con los manifestantes y luego llamando a sus compañeros para continuar. El resto fue pura tensión.
En segundo plano quedó la rendición de cuentas. Se aprobó un despacho por mayoría y ahora se deberá aprobar en una sesión junto a los mayores contribuyentes.