El intendente Javier Martínez tomó la decisión teniendo en cuenta que los 125 alumnos que reciben el beneficio dejaron de concurrir presencialmente a sus estudios secundarios, terciarios y universitarios. Fuentes consultadas afirman que la decisión fue oportunamente informada a ediles y autoridades de Educación.
Aunque la noticia se conoció oficialmente en las últimas horas, las 125 familias que esperaban contar con la ayuda municipal para costear los gastos de los estudios de sus hijos, quienes fueron seleccionados para el beneficio con un criterio de mérito, no cobraron la beca en ningún mes de este particular ciclo lectivo.
Se trata de un importe de dinero mensual que otorga la Municipalidad de Pergamino para los alumnos secundarios, terciarios y universitarios que cumplan ciertos requisitos, entre ellos el de sostener un promedio de notas.
Según pudo saber "La Opinión" la decisión de dejar de abonarlo en este 2020 fue del propio intendente Javier Martínez, en función de que los estudiantes no están asistiendo a las aulas. Por tal motivo la ayuda de entre 1.200 y 2.200 pesos no se abonó nunca en lo que va del ciclo lectivo 2020.
Sin argumentos
Además del reclamo de las familias sobre lo que en su momento se les prometió, hay otros argumentos que no cuadran con la decisión oficial. El primero de ellos es que el ciclo lectivo no fue suspendido sino que cambió de modalidad, y ello implica que los gastos de material en que se incurre siguen existiendo, así como otros pueden haber variado y no siempre para abajo. Por ejemplo, puede no estar el gasto de traslado pero se ha incrementado el consumo de electricidad y megas de Internet en los hogares. A su vez, muchas familias han visto disminuidos sus ingresos, ya sea por falta de trabajo como por disminución legal de sueldos, por lo que la necesidad de la ayuda de la beca es mayor que antes.
Otro argumento que va a contracorriente de la decisión del Ejecutivo municipal es que se trata de una beca otorgada sobre la base de criterios que no se han alterado: la necesidad y el mérito académico, puesto que el contexto adverso para esos estudiantes no ha cambiado para mejor, y el ciclo lectivo, aunque bajo otras formas, sigue su curso.
Sin sentido
Tanto por los exiguos montos totales que implica para las arcas municipales como por la incidencia positiva que tiene en los hogares, la idea del jefe comunal no fue la más acertada y aunque en el Concejo Deliberante y las autoridades de Educación provincial estaban al tanto de la postura municipal, nadie parece haber pensado hasta estos días, seis meses después, en los chicos que necesitan ese aporte para poder tener una cursada normal en tiempos bastantes anormales.
Fuente: Diario La Opinión.-