PERGAMINO, Junio 11 (www.PergaminoCiudad.com.ar) En el
marco de un estudio sobre el impacto ambiental que trae aparejado el uso y la
aplicación de diferentes agroquímicos, autoridades de la Secretaría de Salud
del Municipio mantuvieron una reunión con representantes de la Facultad de
Agronomía y la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos
Aires (UBA) donde se trataron diferentes temáticas, entre ellas cómo continuar
abordando el estudio científico y la metodología utilizada.
Durante el encuentro
estuvieron presentes, Leandro Peñaloza, secretario de Salud; Adriana
Torriggino, directora de Estadística y Epidemiología; José Apesteguía,
secretario de Producción; Jorge Elustondo, director ejecutivo del Instituto de
Ética Legal y Calidad Agroindustrial de la Facultad de Agronomía de la UBA;
Edda C. Villaamil Lepori y María Irigoyen, representantes de la Cátedra
Toxicología y Química Legal de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA.
En la actualidad, más de
veinte investigadores se encuentran analizando el material obtenido en el
muestreo de suelos, aguas superficiales y aguas en profundidad tomados en el
área del sector Oeste de Pergamino hace un año atrás.
Municipio
saludable
Explicando el alcance del
encuentro y el objetivo de la reunión, Peñaloza señaló: “Hace un año atrás nos
hemos juntado con el ingeniero Elustondo y con gente del Ministerio de Asuntos
Agrarios en la Facultad, para coordinar una serie de esfuerzos tendientes a que
se realice un trabajo en la ciudad de Pergamino, para tener un conocimiento
real de lo que son los impactos ambientales”.
“Creemos que esto es importante porque en la literatura general no
existe. Consideramos que somos un Municipio saludable, pero de cualquier manera
tenemos que corroborar a través de estudios científicos de que esto así sea.
Para nosotros es un gusto que gente como estos profesionales vengan a trabajar
a Pergamino”, agregó.
Proyecto
de investigación
En relación al proyecto de
investigación que guía el trabajo de los profesionales, el ingeniero agrónomo
Elustondo, detalló: “Empezamos a trabajar hace casi cuatro en la UBA, en la
Facultad de Agronomía a la cual pertenezco y en la de Farmacia y Bioquímica a
la cual pertenecen las Doctoras.
Este tema fue planteado al
ministro de Ciencia y Técnica que es el doctor Varañao y también se interesaron
las autoridades del Ministerio de Agricultura y trabajamos en un proyecto de
investigación y desarrollo que lo financia el Ministerio de Ciencia y Técnica
de la Nación y es adoptante el Ministerio de Agricultura. Hoy cuesta mucho
tiempo armar un Proyecto de Investigación y Desarrollo (PID), y en conjunto con
el equipo elegimos Pergamino, por la importancia, por la tradición agrícola,
por la historia agrícola de Pergamino”.
En relación a la zona de
trabajo, precisó: “Dentro de Pergamino hemos tomado el área del Oeste de
Pergamino, o sea aguas arriba del Arroyo Pergamino cuenca de Pergamino y el
Botija y ya hace un año empezamos a hacer muestreos de suelos y agua
superficiales, aguas en profundidad y estamos trabajando con todo ese material.
En la Facultad de Agronomía están trabajando seis cátedras con diecinueve investigadores y se están
obteniendo los resultados. Trabajamos en este primer ciclo agrícola. La semana
pasada estuvimos muestreando, porque ya arrancó el ciclo agrícola siguiente y
se están haciendo los barbechos químicos y sobre esas bases estamos trabajando”.
Consultado por el resultado
de la primera fase, aseguró que “está en estudio, los datos tienen que ser
cruzados, tienen que ser vistos por los investigadores de Farmacia y Bioquímica
y por otros investigadores. Participa también la doctora Claudia Hopenhayn de
la Universidad de Kentucky, que es una epidemióloga argentina que hace tres
años y medios que colabora con nosotros y ella nos va a hacer su aporte en el
momento oportuno cuando uno pueda observar todos los datos en toda su
integridad.
Impacto
de agroquímicos
Por su parte, Villaamil
Lepori, explicó la metodología de trabajo: “Queremos evaluar qué es lo que pasa
y cuál es el impacto de los agroquímicos que se están utilizando,
principalmente con lo que tiene que ver con los cultivos transgénicos tanto en
el ambiente como en la salud humana. Es importantísimo tener datos del uso, de
cómo se aplica y de los probables o no niveles de exposición en la población
humana”.
“Queremos evaluar los
alimentos y algunas cuestiones en sangre y orina de la gente que está
probablemente expuesta y la que no lo está también para poder comparar.
Queremos fijar criterios para prevenir a futuro que no se lleguen a ver
situaciones de riesgo. Necesitamos tener contacto con la gente, hacerle una
serie de preguntas, para saber usos y hábitos alimentarios, y necesitamos tomar
varias muestras. Vamos a estudiar lo que se llama Dieta Completa, es decir, el
plato de comida ya elaborado, la bebida, el mate, la leche que toman, el pan,
las facturas, etc. Porque puedo encontrar alto contenido de plaguicida en la
carne, pero quizás cuando la cocino desaparece, entonces quizás estoy evaluando
algo que no se correlaciona adecuadamente con la realidad”, concluyó.
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