Como lo prometieron, integrantes del cuartel de bomberos concurrieron a la sesión del Concejo Deliberante, esperaron a que finalice y después tuvieron un diálogo largo y tenso con algunos ediles. Mientras, el silencio del intendente despierta incertidumbre.
Aproximadamente a las 19 horas los servidores públicos llegaron al palacio municipal, dejaron las autobombas y cortaron Florida. Luego subieron al recinto para marcar presencia y fue cuando desde el bloque del Frente de Todos solicitaron un cuarto intermedio para dialogar. Ante la negativa del bloque oficialista, decidieron esperar al final de la sesión para poder intercambiar pareceres.
Ante el silencio de Javier Martínez, el temor es que no llegue el subsidio y las guardias corran riesgo a partir de julio.
“Dios quiera que a nadie le pase nada y necesite del servicio nuestro, pero cualquiera de los que estemas acá no dudaríamos ni un segundo de dejar todo lo que estemos haciendo para brindarle nuestra ayuda”, comenzó uno de los integrantes del cuerpo.
“Planteamos que íbamos a estar presentes y acá estamos, queremos pedirle la ayuda de ustedes, estamos a 27 y no tuvimos ninguna respuesta. Íbamos a tener una reunión y nadie nos llamó”, acotó haciendo referencia a la nueva promesa incumplida del Ejecutivo, ya que con el Legislativo se verán este miércoles en el cuartel.
“Yo no dispongo del tiempo y la agenda del intendente”, respondió Julio Adrover, presidente del bloque de Juntos por el Cambio ante el reclamo.