Concurrido curso

El Programa Emprender les enseña albañilería a las mujeres

El sueño de la casa propia, por manos femeninas
El sueño de la casa propia, por manos femeninas

La albañilería ya no es solo un territorio exclusivamente masculino porque gracias a Emprender, programa que pertenece a la Secretaría de Desarrollo Social, desde hace un año en el curso de albañilería en la Quinta Mastrángelo y en el Barrio Trincavelli se están anotando cada vez más mujeres que quieren hacer su casa, agrandarla o modificarla.

El Programa Emprender, impulsado por la Secretaría de Desarrollo Social tiene como objetivo generar talleres de capacitación y formación profesional para personas excluidas social y laboralmente. La finalidad es educar en la cultura del trabajo e instruir en un oficio a jóvenes y adultos, sin distinción de sexo, en espacios municipales y entidades de bien público, con fines solidarios y comunitarios.

“Es un gran gusto para nosotros que hoy en un taller, que en principio estaba orientado solamente para hombres participen mujeres. Ellas se están animando a la construcción de sus viviendas, ampliación y prestan este servicio a quienes lo necesitan. Quiero felicitar a este grupo de mujeres que se suma a la propuesta”, comentó Gabriela Taruselli, secretaria de Desarrollo Social.

Por su parte, Patricia De Lucca, responsable del programa Emprender, contó: “Las mujeres están muy predispuestas, y es gratificante. Vamos por mucho más con Emprender, ya que contamos con el apoyo de Pergamino y la Municipalidad también. Las chicas se anotan porque quieren tener una vivienda digna, lamentablemente la mano de obra es muy cara, por eso es que Emprender les enseña a hacer su casa”.

Luciano Bevacqua, profesor de albañilería y Maestro Mayor de Obras, agregó: “a medida que vamos aprendiendo el taller se va fortificando, y más que taller pasamos a ser una organización colectiva que se vincula a través de la construcción. La capacitación está pensada para que dure un año, en ese tiempo la persona aprende desde los cimientos hasta el techo. Pero muchas veces se siguen quedando porque la albañilería es algo que se aprende con el paso del tiempo. Las mujeres están tomando el poder, están tomando el lugar que les corresponde”.

Por último, Mariana Mogilner, expresó: “yo me acerqué para poder tener una vivienda digna, para poder avanzar, y la experiencia es increíble. Este proyecto no es solamente de autogestión, es de cooperativismo, porque es estar acompañando a cada una de las compañeras del taller en la realización de su hogar y sentir el apoyo mutuo. Cada una de nosotras ha encontrado lo que más nos gusta hacer. Es sentirnos útiles, y sentir que nuestra vivienda puede estar hecha por nosotras hace que sea doblemente nuestra”.

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