La Provincia

Apuestas múltiples

Una nueva relación de fuerzas entre oficialismo y oposición en la Legislatura se definirá en los comicios de este domingo.
Una nueva relación de fuerzas entre oficialismo y oposición en la Legislatura se definirá en los comicios de este domingo.

LA PLATA, Junio 28.-(Por Marisa Alvarez)Los bonaerenses irán hoy a votar para redefinir sus representaciones en todos los cuerpos legislativos. De sus decisiones dependerán los juegos de mayorías y minorías de los próximos dos años en la Legislatura provincial y los concejos deliberantes. Aportarán lo suyo, también, para una relación de fuerzas en la Cámara de Diputados de la Nación. Se trata, por cierto, de definiciones claves en el sistema democrático. Pero los políticos han decidido que en el territorio bonaerense se juegue en estos comicios mucho más.

 

Dentro de unas horas se habrá terminado el reinado de las encuestas y las especulaciones. La probabilidad más alta, con todo, es que el oficialismo pierda la mayoría cómoda que tiene desde hace años en las dos cámaras de la Legislatura. Ninguno de los sectores opositores alcanzaría a constituirse en primera minoría -y hasta es muy probable que cuando lleguen a las cámaras se atomicen en varios bloques-; categoría que quedaría, así, para la bancada oficialista. Pero parece definido que el gobierno de Daniel Scioli deberá profundizar la práctica del diálogo y el consenso para obtener la sanción de las leyes que impulse a partir del 10 de diciembre.

 

Pero difícilmente sea ésa la única consecuencia de estos comicios para el Ejecutivo provincial. La decisión de Scioli de ser el segundo candidato de la lista a diputados nacionales que encabeza Néstor Kirchner hará inevitable que el resultado de hoy impacte de alguna manera en su gobierno.

 

Por lo pronto, aunque pretendió que durante la campaña la gente se diera cuenta "sola" de que no asumirá en diciembre la banca del Congreso que -gane o pierda su sector- obtendrá hoy en las urnas, y de que seguirá siendo gobernador hasta diciembre del 2011, la verdad es que Scioli formalmente planteó el dilema como una cuestión que "después se verá". Deberá, entonces, comenzar por clarificar una situación que llegó a la justicia electoral y facilitó especulaciones de diverso calibre. Pero sin duda el aspecto más sensible de su decisión de ser candidato en medio de su mandato reside en que el resultado de hoy se convertirá en un factor político de inevitable implicancia sobre su gobierno, fortaleciéndolo si su lista gana con holgura o afectándolo si pierde.

 

Para la renovación de los concejos deliberantes, los intendentes de cualquier signo político jugaron fuerte, como es lógico e histórico, para tratar de mantener o aumentar sus bancadas. La mayoría de ellos -tanto peronistas como radicales- entiende, con todo, que esta vez los candidatos "estrella" de cualquier elección (en ésta, los postulantes a diputados nacionales) no traccionarán votos en su favor, sino que serán ellos los que, quizás, empujen desde sus listas de concejales sufragios para los candidatos de la liga mayor.

 

OTRAS BATALLAS

 

Pero una buena cantidad de políticos decidió convertir esta elección legislativa bonaerense en el escenario donde se definirán sus futuros políticos y el destino de los espacios que conforman.

 

La apuesta más fuerte en ese sentido es, claro, la de Néstor Kirchner, que mudó su domicilio de Río Gallegos a Olivos para ser candidato bonaerense. Advertido de que en el Conurbano -región que concentra más electores que Santa Fe, Córdoba y Mendoza juntas-, y en particular en el segundo cordón de ese área, se registraba una fidelidad de voto al oficialismo que mermaba en el resto del país, el ex Presidente resolvió apostar personalmente en ese territorio la consolidación de su liderazgo en el PJ y su propio posicionamiento para las presidenciales del 2011.

 

Pero no apostó solo. En busca de garantizar un triunfo, impulsó las candidaturas testimoniales a concejales de decenas de intendentes peronistas fuertes en sus comarcas y la de Scioli como su "compañero" de lista, quien a su vez entendió que jugar este partido lo reposicionaría también a él para la próxima competencia presidencial.

 

Esa estrategia podría tener, con todo, derivaciones no sospechadas en Olivos cuando se la lanzó. Si las previsiones de la dirigencia del peronismo bonaerense se cumplen, aún ganando Kirchner obtendría una decena de puntos menos de los que cosecharían las listas municipales del oficialismo. Y ya hay conversaciones entre referentes para que, de darse ese resultado, el PJ de la Provincia redefina liderazgos -hoy en las manos únicas de Kirchner- y centros y métodos de planificación y decisión.

 

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