Esbirro de Satanás

Murió cura de Salto pedófilo, homosexual y asesino: va derechito al infierno

El Padre Abel, el primero a la derecha. El peor ejemplo de la Iglesia Católica.
El Padre Abel, el primero a la derecha. El peor ejemplo de la Iglesia Católica.

Algunos dirán que se ganó el cielo mientras que otros harán mención a su pasado y las acusaciones que gran parte de la sociedad tuvo para con su persona en la ciudad de Salto.

Recordemos que el padre Abel, como se conocía a Abel Gaspar, fue muchas veces juzgado socialmente por encuentros homosexuales con jóvenes y niños de la ciudad y aunque estos no fueron comprobados en la justicia, gran parte de la comunidad aún hoy sostiene esa teoría.

Por otra parte, el párroco recientemente fallecido fue protagonista de un polémico accidente automovilístico que nunca se terminó de esclarecer para la sociedad. Este hecho marcó ante muchos su persona  dado que dos jóvenes perdieron la vida al impactar con su vehículo. En síntesis, los mató.

Como era de esperarse,  tamaño hecho trajo aparejada otra ola de rumores que recayeron sobre él, e hicieron de seguro que la mochila que cargaba sea cada vez más pesada.

Cuando el pueblo de Salto se enteró de la noticia muchos lloraban mientras que a otros no les causó ni dolor ni desconsuelo, pero lo concreto es que no fue para nada inadvertida la desaparición de quien fuese un personaje amado equívocamente y odiado acertadamente, pero que de seguro despertaba el interés de toda una comuna cada vez que se hablaba de él, comparándolo con personajes de la talla del Bambino Veira o el Padre Grassi, por corromper almas infantiles.

Las redes sociales, hablaron durante toda la jornada de él como tema central e hicieron mención a toda su vida. Se habló de su labor, de su familia y de la escuela pero en los diferentes medios no faltó quien hizo mención a su otro costado, el que siempre se habló pero nadie denunció. Allí estuvieron los amplios debates sobre el cielo y el infierno así como también sobre las conductas que muchos sabían y otros no tanto.

Su muerte está en proceso de investigación, la policía científica determinará el causal de su deceso, pero la ciudad ya ha tejido tantas hipótesis como horas han trascurrido desde que se conoció el hecho. Se dice que le habrían entrado a robar, que lo habrían matado, que sufrió una descompensación por un pico de diabetes y hasta se habló de un paro cardiaco.

La verdad aún no se sabe, pero todo lo que se dice debe ser tomado con pinzas, porque los que lo querían solo hablan del dolor que sienten por su pérdida, pero los del otro bando imaginan cosas aberrantes, inspirados en su costado homosexual y pedófilo.

Al cielo seguro que no va, igual que muchos curas abusadores a los que no creemos que Dios los reciba. Lamentable ejemplo el del cura Gaspar para la Iglesia Católica. Otro discípulo de Satanás.

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